Murió el embajador Rafael Maximiliano Vázquez

A los 92 años, falleció el embajador Rafael Maximiliano Vázquez, diplomático de larga y destacada carrera. Fue jefe de misión ante los gobiernos de Estados Unidos, Brasil, Alemania, Holanda, México y Cuba.

Nacido en San Nicolás de los Arroyos, "Chocho" Vázquez, como lo apodaban desde joven, entró en el servicio exterior en 1949, luego de trabajar varios años en la administración pública bonaerense.

Tiempo después, su natural don de gentes y agudo sentido del rigor profesional le permitieron desarrollar una veloz carrera en la diplomacia, en la que cumplió funciones en todas las jerarquías del escalafón. En 1972 alcanzó el grado de embajador extraordinario y plenipotenciario.

Desde sus primeros puestos en Oslo, Cardiff, Nueva Delhi, Dublín, Nueva Orleáns y Nueva York, Vázquez fomentó las exportaciones de productos típicos nacionales.

Lo hizo aun en tiempos en los que las misiones comerciales realizadas desde el ámbito diplomático no eran frecuentes. Por esa labor recibió distinciones de las cámaras exportadoras nacionales y extranjeras y el reconocimiento general de haber sido uno de los diplomáticos de su generación más útiles al interés nacional.

Tras su retiro continuó vinculado con el comercio exterior y se desempeñó como asesor del gobernador cordobés Eduardo Angeloz en la Secretaría de Exportación de la provincia. Testigo directo de grandes acontecimientos mundiales y amigo de incontables figuras ?del mundo político y artístico, Vázquez nunca olvidó sus orígenes nicoleños. Tanto la sencillez natural como su simpatía suscitaban hacia él un indiscutido aprecio en el cuerpo diplomático.

Sentido del humor

En los anales del Ford Library Museum dice un memorando ?de 1975 de la Secretaría de Estado ?al entonces presidente Ford, en ocasión de la presentación de credenciales del diplomático que acaba de fallecer en Buenos Aires: "El embajador Vázquez es conocido por su personalidad atractiva y su sentido del humor. Tiene cinco hijas y habla inglés fluido".

Viudo de Rosa Graciela Miró, Vázquez deja una familia extendida por el mundo, compuesta de cinco hijas y 21 nietos.