Alejandro Muszak: “Hoy, lamentablemente lo financiero sigue siendo un dolor de cabeza para mucha gente”
El CEO y fundador de Wenance habló de los proyectos de la fintech, que incluyen sacar una tarjeta de crédito en la Argentina, llegar este año a Perú y crecer en cantidad de clientes y préstamos en España
Resolverle un problema financiero no solo a la gente que está fuera del sistema bancario sino a la gente que está dentro, pero parcialmente atendida o insatisfecha. Con este objetivo, la fintech Wenance -fundada por Alejandro Muszak- ya está dando 40.000 préstamos al mes en la Argentina, Uruguay, México y España y busca lanzar nuevos productos y crecer y llegar a más mercados en el futuro próximo.
–¿Cuándo se dio cuenta de que tenía que reconvertir su negocio?
–De tanto leer e investigar sabía que a las finanzas les estaba faltando el momento de la digitalización. Ya había pasado años atrás con el e-commerce y el turismo y las finanzas y todo lo que es bancario y crediticio estaba todavía como hace 100 años. Había ya una movida fuerte en Europa y los Estados Unidos de modelos digitales de crédito y me dije que había un espacio para hacerlo en la Argentina. Lo que hice fue una transformación de mi empresa que ya venía en el área de créditos hace años y fue como una especie de destrucción creativa porque tuvimos que rehacernos de cero. En ese momento les propusimos a nuestros clientes que se pasaran al modelo digital y me acuerdo que muy poca gente quiso pasarse a ser atendida de manera digital. Tuvimos que rehacer nuestra cartera de clientes abandonando esa vieja cartera que lamentablemente no nos pudo seguir y, a partir de ahí, fue una historia de crecimiento y de mucha reinversión en equipos y tecnología.
–¿Cuál es la diferencia entre los productos Welp y Mango?
–Welp y Mango son marcas que responden a segmentaciones de mercado destinadas a algunos públicos en especial. Mango es un crédito digital más corto para disponibilizarlo rápidamente y de menor monto, con una mirada mucho más inclusiva que Welp. Apuntamos a scores más bajos, a gente que quizás se quedó en el camino del mundo bancario. Y Welp es un producto muchísimo más aspiracional, relacionado con el financiamiento de productos como motocicletas, autos, electrodomésticos. Está más orientado a lo que es la banca de consumo.
–¿Hasta cuanto se puede pedir en préstamos?
–Hoy los créditos de Wenance en sus dos marcas van hasta los $500.000. Mango es un crédito más corto hasta$200.000 y Welp se estira un poco hasta los $500.000. En la Argentina, Uruguay y pronto en España estamos saliendo con una aplicación para que la gente pueda escorearse y financiar lo que quiera comprar en el punto de venta. Sin dejar de atender al público que viene por la web queremos profundizar lo que es financiamiento en punto de venta. La idea es que puedan pedir dinero a través del teléfono, pero cuando lleguen al momento de comprar algo puedan encontrarse con una herramienta para financiar eso y que sea una alternativa a la tarjeta de crédito. En paralelo, a fines de año estamos lanzando en la Argentina la tarjeta de crédito Wenance. La tarjeta física está dejando de existir en el mundo y se está reemplazando por la tarjeta virtual en el teléfono y los modelos de buy now, pay later. En todo eso Wenance va a estar presente el año que viene. Vamos a ver si son modas. Creo que la tarjeta va a convivir un tiempo con estos sistemas de pago.
-¿Los créditos son para cualquier propósito o tienen información sobre el destino del dinero?
-Wenance no pregunta. Entendemos que es muy personal y hoy hay tanta información que entendemos quién es nuestro cliente y qué puede estar necesitando. Lo que nos importa es que hagan un buen uso del dinero y en eso somos también bastante precavidos. El tema es que lo pueda pagar y cuide su capacidad de crédito a futuro.
-¿Cuál es la morosidad? ¿Vieron algún incremento por la pandemia?
-Estamos operando en México, Uruguay, España y la Argentina y cada país tiene su historia particular, pero la pandemia fue fuerte para todo el mercado de crédito. Nosotros estamos muy contentos con cómo surfeamos y evolucionamos durante la pandemia. Te diría que, tanto en la Argentina como en España, Wenance creció aprovechando que otros jugadores se retraían y los indicadores son muy satisfactorios. Wenance tiene una gama tan grande de productos que hay que hacer foco en cada línea. Hay perfiles crediticios muy buenos con moras por debajo del 10%. Hay productos con moras aceptables entre el 10 y el 15% y productos muy puntuales que exceden el 15%. Para lo que es la media de mercado es súper satisfactorio, aunque nuestro compromiso es seguir bajándola.
–¿Cómo trabajan el tema de la seguridad para que no haya suplantación de identidad a la hora de sacar un crédito?
–En Wenance tenemos un equipo destinado a esto y la gente de auditoría que es de quién depende me dice que estamos desbaratando todas las semanas una banda diferente y estamos trabajando mucho con las autoridades. Lamentablemente mi mirada es que uno puede hacer de todo, pero hay usuarios que comparten sus datos bancarios con estafadores y creo que tiene que ver mucho con la educación financiera. También es cierto que se mira al sector financiero como responsable del cuidado de esos datos, pero generalmente las estafas nacen en los e-commerce. Pero bueno hay que estar todo el tiempo entendiendo cómo se mueve el delito.
–¿Cuántos clientes o préstamos otorgan al mes o al año?
–Alrededor de 40.000 préstamos al mes en todos los lugares donde estamos y en noviembre vamos a lanzar en Perú. México es la operación nueva. La abrimos en abril y es donde tengo depositadas muchas esperanzas porque es un gran mercado: 125 millones de habitantes, con una demanda crediticia insatisfecha.
–¿Qué particularidades encontraron en los distintos mercados en que están?
–Wenance le trata de resolver un problema financiero no solo a la gente que está fuera del sistema bancario sino a la gente que está dentro, pero parcialmente atendida o insatisfecha. Respondiendo a tu pregunta hay cosas comunes: la exclusión financiera es una. Sacando a España también hay una alta informalidad laboral. De los países que me tocan, México es el que más informalidad tiene, lo que nos obliga a pensar en cómo encarar el riesgo porque en los países más sofisticados, como España, los sistemas crediticios son muy eficientes. La Argentina tiene un sistema bastante bueno, que te permite predecir bien, Uruguay menos y México es el gran desafío. En cuanto a las demandas son muy parecidas: la gente quiere poco papel, respuestas rápidas y poder seguir con sus ocupaciones. Hoy lamentablemente lo financiero sigue siendo un dolor de cabeza y creo que las fintech tenemos ese enfoque de, a partir de resolver una necesidad puntual, ayudar al cliente a resolver sus otros problemas financieros.
–¿Cuántos empleados tienen?
–Alrededor de 800 y muchos vinculados a la tecnología. La Argentina tiene buenos recursos humanos, pero hay muchos jugadores pujando por el mismo recurso. Ahí el desafío como empresa es estar muy cerca de los chicos: conformarlos económicamente y generarles un ambiente de comodidad.
–¿En qué van a invertir los 50 millones de euros que recibieron?
–La empresa ya venía teniendo fondeos desde hace tres años sobre todo en la Argentina, pero quedaron latentes por la crisis. La oportunidad en España es que se acercan fondos del exterior muy deseosos de invertir con nosotros. Esta es la primera inversión de varias en puerta. Estamos muy avanzados con otros dos fondos, que son fondos de deuda que te ayudan a prestar más y a tener más clientes. Hoy en España tenemos 70.000 clientes y queremos llegar a 150.000 para fines del año que viene. Además, seguramente vamos a buscar una ronda de financiamiento para tener socios que nos ayuden a crecer.
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