La tecnología, la diferencia
Si algo vino a recordarnos el coronavirus es que, en pleno siglo XXI, y más allá de lo mucho que hemos avanzado en siglos de civilización, la nuestra sigue siendo una especie vulnerable.
No es ésta la primera vez que la humanidad se ve sacudida por una pandemia. Y probablemente no sea la última. Sin embargo, la crisis del Covid-19 tiene una cualidad única: nunca como ahora, ante la amenaza de un virus, la tecnología puso tantas posibilidades, literalmente al alcance de nuestras manos.
Hoy, mientras nos cuidamos, podemos acceder a las fuentes más calificadas del mundo para informarnos en cuestión de segundos. Podemos continuar con nuestra educación y muchas veces con nuestro trabajo, aun en el más estricto confinamiento. Podemos adquirir todo lo que necesitamos para nuestras vidas cotidianas sin movernos de nuestras casas. Y podemos recibir ayuda médica, mantener el contacto con nuestras familias e incluso celebrar nuestros cumpleaños sin romper el aislamiento ni el necesario distanciamiento social.
No se trata, sin dudas, de una situación ideal. Pero si miramos el pasado, no podemos menos que entusiasmarnos ante las numerosas posibilidades que nos brinda hoy la tecnología, y las que todavía tiene para brindarnos en el futuro, cuando la recuperación llegue. Como dijo nuestro CEO, Sundar Pichai, recientemente, en un discurso de graduación: si somos abiertos, si somos curiosos y si logramos mantener la esperanza, nuestra generación será más recordada por lo que cambió que por lo que perdió.
Las personas no están hoy en las calles ni en los comercios, pero siguen en internet. Y eso nos da la oportunidad única de observar sus necesidades, sus intereses y sus inquietudes para ayudar a satisfacerlas, dándoles toda la información que necesitan e ideando nuevas respuestas, imaginando nuevas posibilidades.
Vivimos días difíciles, pero entre tanta dificultad, reconforta saber que la tecnología hace una diferencia hoy y puede hacer una mucho mayor mañana. Como miembros de una especie que está siendo puesta a prueba, en Google sabemos que los seres humanos nos enfrentamos a un doble desafío: seguir desarrollando la tecnología por un lado y hacerla llegar, por otro, a todas y cada una de las personas que la necesitan para crecer y desarrollarse.
En la Argentina y en todo el mundo, nuestros equipos están dando todo de sí y están colaborando activamente con empresas, personas, gobiernos e instituciones para atravesar juntos este momento, de la mejor manera posible. Lo hacemos sabiendo que tecnología y colaboración son -hoy y siempre-, palabras clave. Y que, frente al coronavirus, como ante cualquier otro reto que enfrente la humanidad en su conjunto, la suerte de uno será la suerte de todos.
Pablo Beramendi es director general de Google Argentina