Precios bajos para hablar por videoconferencia
Para estudiantes que quieren recibir una capacitación, para ejecutivos de las distintas filiales de una multinacional que se quieren reunir y también para los empleados de una pyme que trabajan desde su casa: para todos ellos la videoconferencia es una opción que acorta distancias.
Wormhole IT es un emprendimiento creado por cuatro jóvenes que desarrollaron herramientas de videoconferencia y colaboración en la Web tanto para el sector educativo como para el laboral.
"Yo daba clases de matemática y quería armar un proyecto para hacerlo en Internet para alumnos del interior", contó Sally Buberman, una de las creadoras. Promediaba 2006 cuando se reunió con su amigo Ignacio López y le propuso desarrollar un plan de negocios. Luego se sumaron otros dos socios: Maximiliano Menasches y Juan Ignacio Frecha.
Los creadores de Wormhole IT notaron que en la Argentina la videoconferencia no era una práctica tan extendida y cotidiana como en el caso de Estados Unidos.
"Los productos que había en el mercado, de origen norteamericano, no fueron ideados para la realidad tecnológica local. Había que crear un producto económico, de fácil uso y con pocos requerimientos técnicos", señaló López. Durante el primer tiempo del proyecto, cada uno tenía su trabajo en el mundo tecnológico y se reunían a la hora del almuerzo a trabajar en el proyecto de negocios.
A fines de 2007, luego de haber participado con éxito en una competencia de Microsoft sobre tecnologías para la educación, se inscribieron como sociedad anónima.
"Al principio no teníamos más que los aguinaldos recién cobrados y las vacaciones que no nos tomamos", dijo Buberman. De a poco fueron armando el equipo de trabajo con diseñadores gráficos y técnicos.
En octubre de 2008 se presentaron al programa Buenos Aires Emprende, que realiza el gobierno de la ciudad, y ganaron un aporte de $ 40.000 que usaron para investigación y desarrollo, para llegar a la versión final de los productos.
"La videoconferencia ahora se puede hacer desde un bar o desde el hogar a un precio superaccesible. No se necesita más que Internet y una cámara web", explicó López.
Wormhole IT se sostuvo en un principio con servicios de consultoría, pero desde marzo de este año se empezaron a comercializar las vedettes de la firma, que son las soluciones de videoconferencia.
Distintas herramientas
Las herramientas varían según la finalidad. Cuando es para educación, se pueden manejar perfiles para estudiantes, profesores, autoridades, etc. Se comparte un aula virtual con un documento común y se puede levantar la mano -como en clase- con tan sólo un clic.
En la versión corporativa, se pueden ver las imágenes de cámaras distintas, y hay una variante para transmisión de eventos con mayor calidad.
"Nuestro modelo de negocios es ser un canal de venta, pero sobre todo convertirnos en socios del negocio de las empresas proveedoras de Internet", dijo Buberman. En este marco ya tienen un acuerdo cerrado con Iplan y con una empresa ecuatoriana. Además, están en tratativas con otro proveedor local.
López explicó que lo más eficaz para aumentar las ventas es asociarse a los proveedores de Internet que tienen contacto directo con los clientes. "Hoy las empresas de telecomunicaciones están migrando a un modelo de valor agregado para convertirse en un socio tecnológico de sus clientes", explicó. El servicio de videoconferencia de Wormhole IT tiene un precio promedio de $ 25 por mes, que se adicionan al abono de Internet. Según Buberman, es un valor comparativamente inferior a los $ 200 que cuestan las herramientas clásicas de videoconferencias.
Este año prevén cerrar con una facturación de US$ 320.000 entre las ventas de productos y los servicios de consultoría. Para 2010 tienen planes de expansión por América latina. En total emplean a unas 15 personas.
"Con 28 años, somos los más grandes de la empresa, queremos fomentar una cultura de trabajo distinta y para que nuestros empleados no pasen por lo que nosotros tuvimos que pasar", dijo López.
La última semana, Wormhole IT participó en San Francisco del desafío Intel a nivel mundial, luego de haber superado con éxito las instancias locales y regionales.
Allí quedaron entre los ocho finalistas. "Cuando competimos buscamos que nos genere valor no sólo por lo económico, sino también por la formación y la experiencia", sostuvo Buberman.