Precios Justos: surgen algunas trabas para poner en marcha la gran apuesta del Gobierno contra la inflación

Cuando se anunció Precios Justos, el viernes pasado, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, adelantó que, si bien el acuerdo regía desde entonces, se iba a estar desplegando conforme pasaran los días a medida que llegara la señalética a los supermercados (los carteles) y se fueran firmando las adhesiones de más de 100 empresas que forman parte. Ese proceso que aparentaba ser fluido parece no estar exento de turbulencias.

Varias compañías que integran la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) le hicieron señalamientos al acuerdo, según averiguó LA NACION. Dicen que no se condice con lo que se había conversado en las reuniones en Comercio. Y advierten que faltan cláusulas pactadas verbalmente, que hay cambios en las pautas de distribución y poca claridad respecto de algunos consensos y promesas.

El principal punto en disputa tiene que ver con que no figura por escrito la contraparte del congelamiento, que es el acceso a divisas para importar insumos, y así garantizar el abastecimiento. Además, algunos no tienen claro el alcance de lo pactado, ya que algunas firmas habían hablado de solo proveer a los supermercados que son parte de Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y en el AMBA.

Fuentes oficiales reconocieron a LA NACION que las empresas hicieron un pedido formal para revisar la lista de precios. Sucede que hoy figura un valor único para todo el país y reclaman que haya diferencias por región o provincia para contemplar distintos costos logísticos. Desde el Gobierno aceptaron que esto podría modificar la grilla ya puesta en marcha.

“Si no hay ninguna palabra escrita sobre dólares, se pone en riesgo el acuerdo porque hay un tema de producción. Se quedan sin insumos. La industria de alimentos no tiene grandes proporciones de insumos, salvo el café y cacao, pero los que tienen son absolutamente necesarios”, explicó Daniel Funes de Rioja, presidente de Copal y de la Unión Industrial Argentina (UIA) a LA NACION.

De acuerdo con Funes de Rioja, se están desarrollando conversaciones empresa por empresa. “Cada una está planteando sus realidades y preocupaciones. Hay algunas diferencias en las condiciones de cómo abastecer, en dónde y el volumen”, agregó.

“Todas las empresas hablamos de entrar al programa y con esto tener previsibilidad para poder garantizar, en nuestro caso, el acceso a insumos y acceso al producto terminado. En ambos casos, para poder abastecer normalmente la canasta. Y no hay nada de eso en el contrato”, reveló una compañía de bebidas.

Otra de las empresas que integra Copal sigue ofreciendo sus productos con los valores pactados por Precios Cuidados, que tenía vigencia hasta enero, pero le discute a Comercio el tema del acceso a dólares y el alcance de Precios Justos. En comunicación con LA NACION, comentó que les devolvieron a las autoridades, a través de la plataforma de trámites a distancia TAD un nuevo documento con las cláusulas acordadas en las reuniones.

“Tuvimos reuniones, y en esas reuniones se acordaron condiciones para Precios Justos donde hablamos de un precio y un volumen. Eso era para supermercados de ASU y en el AMBA y, a cambio, estaba el tema del acceso a los dólares necesarios para acceder a bienes de capital. Pero ellos mandaron un acuerdo que no es lo que se había acordado verbalmente”, adelantó la compañía alimenticia, que pidió reserva de su nombre.

En tanto, fuentes de otra de las compañías dentro de la coordinadora dijeron que están vendiendo los productos con los valores de Precios Justos sin mayores inconvenientes, pero “hay alguna preocupación porque el compromiso de la Secretaría de garantizar dólares para importaciones para asegurar funcionamiento de fábricas no está escrito en ningún lado”.

En algunos casos, directivos aseguran que no pueden cumplir con la letra chica del acuerdo tal y como se los enviaron por una cuestión de imposibilidad de abastecer y soportar los costos, además de que es distinto a lo conversado. “Hay temas de logística que no contemplaron. Quedamos en distribuir solo en Buenos Aires y apareció todo el interior en el documento. Es imposible, hay una cadena de costos muy distinta”, dijeron.

Matías Tombolini dijo públicamente que estaba satisfecho con la implementación hasta la fecha. Consultadas por LA NACION, fuentes de la Secretaría de Comercio dijeron que en relación con Precios Justos siguen trabajando y “calculan que en 10 días estará todo funcionando”.

“Hay demoras por la colocación de señalética en supermercados. Los productos están, hay que ir chequeando en las provincias el abastecimiento, etc.”, apuntaron.

Sin embargo, el abastecimiento no es un tema menor para Víctor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados (FASA). “Hemos manifestado la voluntad de acompañar el programa, pero eso no basta. Necesitamos seguridad por parte de la industria y las empresas proveedoras”, explicó, y puntualizó que la industria abastece a los supermercados argentinos y cadenas regionales por dos vías: la directa y los distribuidores.

“Entonces, es fundamental que el acuerdo se cumpla por los dos canales: directo e indirecto. Venimos insistiendo en esto porque siempre hay problemas. Algunas cadenas abastecidas por distribuidores no consiguen los precios”, concluyó.

Para ASU, la implementación se está dando de manera ordenada y será visible a partir de principios de la semana próxima. “Se están llevando a cabo los procedimientos logísticos necesarios tanto para cumplimentar con la oferta de productos como para disponibilizar la señalética correspondiente”, destacaron desde la entidad.

Ayer se conoció el índice de Precios al Consumidor de octubre, que mide el Indec, según el cual la inflación general fue de 6,3% mientras que Alimentos y Bebidas no alcohólicas se ubicó apenas por debajo (6,2%). En septiembre, en tanto, el nivel general fue de 6,2% y Alimentos y Bebidas quedó por encima con un 6,7%.