Reparos brasileños frente al ALCA
WASHINGTON.- El canciller brasileño, Luiz Felipe Lampreia, fue muy claro al plantear las reservas que tiene hoy Brasil frente a la iniciativa de la administración de Bill Clinton para crear una Asociación de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Lampreia manifestó que Brasil no se puede comprometer en este momento con la creación de una zona de libre comercio en todo el continente para el 2005.
"No creo que en este punto estén claras las cosas como para decir que sí ahora", afirmó el canciller brasileño, de visita en Washington, durante un desayuno organizado por Diálogo Interamericano.
El gobierno de Fernando Henrique Cardoso sólo aceptaría un esquema que significara una real apertura del mercado norteamericano para los países de América latina, explicó Lampreia. Una propuesta razonable para Brasil importaría "la virtual extensión del Nafta" a todo el continente, siguió, en alusión al bloque comercial que integran los Estados Unidos, México y Canadá.
Lampreia opinó que Bill Clinton no lograría obtener hoy un permiso del Congreso para negociar en esos términos, y por ese motivo concluyó que Brasil "no se puede comprometer de antemano" con el ALCA.
El canciller brasileño dijo que el hecho de que Clinton no cuente hoy con el "fast track" (la autorización del Congreso para negociar acuerdos comerciales que sólo pueden ser rechazados o ratificados en su conjunto) no es un impedimento.
El problema, siguió, es que los países de América latina no saben si los Estados Unidos van a estar en condiciones de ofrecer un acuerdo "comprensivo" que signifique una apertura del mercado para todos los sectores.
A falta de un acuerdo balanceado, "las industrias brasileñas que son dos o tres veces menos productivas que las norteamericanas desaparecerían del mapa", agregó.
El proceso de negociación para la iniciativa que Clinton lanzó en la Cumbre de las Américas, en Miami, en 1994, sigue en marcha.
Los grupos de trabajo están funcionado y la Argentina ejerce en este momento la presidencia del ALCA.
Sin embargo, Clinton decidió que no volvería a solicitar al Congreso el "fast track", porque se encuentra en su último año de mandato y sabe que es una empresa imposible.
El futuro del ALCA quedará en gran medida en manos del próximo presidente de los Estados Unidos, que se elegirá el 7 de noviembre próximo.
Ancla del Sur
"Brasil es el ancla en América del Sur y los Estados Unidos lo son en el Norte; tenemos que trabajar juntos. Si no logramos excitar a Brasil, no lo vamos a lograr", dijo Richard Fischer, el segundo del USTR (la oficina del representante comercial norteamericano), que comentó la ponencia de Lampreia.
Al comenzar su discurso sobre las relaciones bilaterales entre Brasil y los Estados Unidos, el canciller urgió a la administración Clinton a tener en cuenta "las especificidades" de su país.
"Si uno observa el pasado reciente, percibe que hay muchas diferencias (entre los países de América latina) y que es muy difícil elaborar un plan para todo el continente", dijo Lampreia, que antes había destacado la rápida recuperación económica del Brasil tras la devaluación del real, que se produjo un año atrás.
El canciller brasileño aseguró que "cuanto más los Estados Unidos traten a Brasil como una entidad singular, mejor será su comprensión del país".
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