Se usan 160 millones de bolígrafos al año

3,8 unidades

Consumo per cápita de bolígrafos

Ladislao José Biro nació en Budapest, Hungría, en 1899 y falleció en Buenos Aires en 1985. Fue un inventor y periodista húngaro nacionalizado argentino, que inventó el bolígrafo y le dio fama internacional. Su invento sigue por estos días siendo muy vendido en la Argentina: según la empresa BIC, se usan en el país 3,8 unidades per cápita al año.

Se trata de un mercado en el que BIC tiene una participación superior al 60%, según datos brindados por la propia empresa. El resto se lo reparten entre Faber y marcas de segunda línea. El total del mercado en la Argentina es de 160 millones de bolígrafos por año.

Del clásico bolígrafo se ha evolucionado hasta formas modernas como el modelo Evolution Kids, que ayuda a los niños a posicionar la mano al escribir en sus primeros pasos con la escritura, o Cristal Stylus, que también funciona con dispositivos táctiles.

La totalidad de los productos que se venden en el país son importados. “La producción de los bolígrafos de cualquier marca en el país es de afuera, por eso se importa. BIC es la marca que envasa una parte de sus bolígrafos en el país”, comentaron en BIC.

Tomando un precio promedio de los bolígrafos de $ 10 por unidad, se puede llegar a la conclusión de que el negocio total en la Argentina es de $ 1600 millones. “Hace años que la marca se renovó, con colores de bolígrafos muy atractivos, llamados «fashion», con el packaging o con variantes de mayor suavidad en la escritura. La tendencia en la categoría ahora es la variedad de colores”, explican en BIC.

El bolígrafo es básicamente un tubo de plástico o metal que contiene la tinta y que tiene, en un extremo, la punta de escritura, que engarza una pequeña esfera o bola, de la que toma el nombre, y que sirve para regular la salida de tinta al papel de forma fluida y constante.

Por Carlos Manzoni y Pablo Bernasconi

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