Venderán en la Bolsa una parte de los bancos públicos
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, pretende conformar a medias al Fondo Monetario Internacional (FMI) con la apertura de una parte del capital de los bancos públicos a la cotización en la Bolsa de Comercio, mientras planea el achicamiento del sistema financiero local.
Frente al insistente reclamo del Fondo de privatizar las entidades financieras del Estado, reiterado en las últimas negociaciones con el gobierno argentino, Lavagna decidió que se ofrecerá un porcentaje "minoritario" a inversores privados, según comentaron ayer a LA NACION fuentes del Palacio de Hacienda.
"No vamos a sostener la idea de la creación de un Banco Federal y vamos a darle mayor transparencia a la banca pública a través de la cotización en Bolsa", anticipó el ministro ante un auditorio compuesto por ejecutivos de empresas norteamericanas. En un almuerzo organizado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la República Argentina (AmCham), Lavagna explicó que una comisión técnica -integrada por cuatro miembros de Economía y cuatro del Banco Central- rediseñará en un mes el sistema financiero local.
Las fuentes del Palacio de Hacienda admitieron que el ministro piensa en un sistema "pequeño", acorde con el fuerte achicamiento de la economía en los últimos cuatro años y orientado a "fomentar la actividad productiva, no la especulación financiera".
"Con 90.000 millones de pesos en depósitos había el año pasado 102 bancos; ahora sólo quedan 10.000 millones de pesos para mover la economía porque el resto está reprogramado, así que no tiene sentido pensar en un sistema financiero tan grande", agregó uno de los informantes.
-¿Cuántos bancos caerán?
-Es posible que haya problemas entre los 30 o 40 más grandes.
- ¿Esperan un retiro masivo de entidades?
-Al menos los bancos de los Estados Unidos se van a quedar- respondió la fuente, a pocas horas del encuentro que Lavagna mantendrá hoy en Nueva York con el Citigroup y el BankBoston. En este contexto, afirman desde Economía, la banca pública es una herramienta y no un problema. "El estallido de la crisis local es por la situación del sistema financiero internacional y no por los bancos públicos", sentenció con seguridad la fuente del Palacio de Hacienda.
Euforia por la salida de Blejer
Con la sensación de haber tomado la Bastilla por los cambios registrados en el Banco Central, desde el Palacio de Hacienda indicaron que "en todo caso los bancos públicos tienen un problema de transparencia que se solucionará a través de la apertura a la Bolsa". Si bien no se definió el porcentaje, las fuentes aclararon que será una participación minoritaria.
"Estamos eufóricos", comentó la fuente en referencia al alejamiento de Mario Blejer del Banco Central. "La sensación es que de ahora en más se podrá articular toda la política macroeconómica y fiscal con la monetaria", agregó.
Entre los bancos públicos las expresiones de entusiasmo fueron bastante más acotadas. El titular del Banco Ciudad, Roberto Feletti, expresó a LA NACION su desacuerdo con la iniciativa. Reconfortado por haber devuelto $ 300 millones en depósitos reprogramados, Feletti dijo que "los casos de privatización de los bancos públicos no redundaron en mejores servicios o en una política más eficiente en el otorgamiento de créditos".
Desde el Banco Provincia, la opinión de una alta fuente fue similar: "Hay otras formas mejores de fomentar la transparencia, como la emisión de papeles comerciales en Nueva York", explicó un alto funcionario del Bapro a LA NACION.
En el Banco Nación no hubo comentarios sobre esta iniciativa que busca conformar parcialmente el histórico reclamo del Fondo de privatizar la banca pública. La fuente del Palacio de Hacienda reconoció que los técnicos liderados por John Thornton insistieron sobre ese proyecto.
Pero esta solución presentada por Lavagna no convenció al sector privado. Un reconocido analista de acciones de un banco de inversión norteamericano dijo que "ningún inversor puede estar interesado en comprar papeles de un banco público, a menos que los regalen".
Desde la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) se indicó que "nadie va a querer tener participación en un banco manejado con criterios políticos". "A menos que se privatice la gestión, es una iniciativa que no tiene sentido", afirmó la fuente.