Vicentin. El intendente de Avellaneda se mostró en contra de la intervención y expropiación de la empresa

Dionisio Scarpin es el intendente de la ciudad santafesina de Avellaneda, donde se encuentra la sede de la empresa Vicentin y en diálogo con José Del Rio en el programa Comunidad de Negocios, que se emite por LN+, dijo que no está de acuerdo con la intervención y la expropiación a la compañía santafesina porque considera oportuno que primero se respete las decisiones de la familia.

"Nosotros conocemos a la familia Vicentin, sabemos donde viven y lo que tienen. Yo soy respetuoso de las instituciones del país y si hay algo que investigar para eso está la Justicia, hay que separar las dos cosas. La empresa tiene 90 años de prestigio nacional e internacional. Ha sido impecable, pero entró en crisis financiera en el marco de un país que también entró en crisis financiera", indicó.

"La familia no había descartado ninguna alternativa, porque sabe que está en un concurso, que está en dificultades financieras y que solo le va a resultar mucho muy difícil. Ellos tienen una apertura de vender parte de sus acciones para acomodar el concurso y para poder empezar a trabajar normalmente", agregó.

En este contexto, Scarpin explicó que la empresa nunca descartó la posibilidad de venderle a otro tipo de capitales. "En esas posibilidades trabajó con YPF Agro, porque fue la empresa quien lo propuso, con el Gobierno de Santa Fe, y en una primera instancia también con la Asociación de Cooperativas Argentinas. Nosotros tenemos una cooperativa en Avellaneda que factura $22.000 millones anuales y está dispuesta a entrar en el negocio", añadió.

El intendente opinó que no se puede obviar el rol que tiene Vicentin en un proyecto de desarrollo para la Argentina y relató la importancia de la empresa para la zona, donde mantener sus unidades de negocio es crucial.

"Algodón Estrella fue una empresa de Buenos Aires que compró el grupo y la trajo a Avellaneda y dio 300 puestos de empleos en el interior del país, algo que es muy importante para el arraigo de los jóvenes para que no se vayan a las grandes ciudades. Asimismo, Vicentin construyó la planta de bioetanol en Avellaneda, pero otra empresa no la hubiese construido en este lugar sino en cualquier otra parte como el sur de la provincia. Esas son las cosas que tenemos miedo de perder", puntualizó.

Con 30.000 habitantes, Avellaneda conforma un núcleo de 120.000 personas con Reconquista, ciudad vecina en la que, desde el punto de vista sociológico y la dinámica social, Vicentin ha sido partícipe siempre de la historia social y económica.

"Genera más de 2000 puestos de empleos directos, pero también provoca un derrame económico enorme, como es el desarrollo de proveedores locales. Por muchos años la compañía incentivó a emprendedores que fabriquen cosas, que le presten servicios. Eso es muy importante para nuestra comunidad y el hecho de que el directorio viva con nosotros también genera una interrelación con las demás empresas y con las instituciones. Es una sinergia positiva", describió.

Por último, si bien el funcionario está en contra de la intervención y la expropiación, hay gente de Avellaneda que se muestra a favor. Sin embargo, el martes pasado fue bisagra cuando la gente salió a manifestarse con bronca y una gran preocupación.

"Vicentin es parte de la historia de la ciudad y a la gente le dolió mucho que por un decreto o una ley le quiten una empresa a una familia que tardó 90 años en construir un capital. Más allá de las obras que la empresa realizó, como una escuela para personas discapacitadas, otra escuela primaria, un dispensario y un instituto secundario, el dolor de la gente pasa porque le están quitando el esfuerzo de tantos años", concluyó.