Expropiación de Vicentin. Cómo afecta la operación a YPF

La decisión de estatizar Vicentin tomó a casi todos los actores económicos por sorpresa, incluso a YPF, la petrolera que administrará la intervención que hará el Estado, a través de la unidad de negocios YPF Agro. Este tipo de administración, por la cual la empresa cobrará un fee, ya la había hecho anteriormente cuando la Justicia intervino Oil Combustibles, la compañía del grupo de Cristóbal López.

Si bien todavía no hay mucho detalle sobre la intervención, según indicaron a LA NACION, el patrimonio de YPF no se verá afectado por la decisión, ya que, por ahora, la petrolera solo actuará como administradora. Tampoco necesitará la aprobación del 49% de los accionistas privados, dado que alcanza con una resolución del directorio que ratifica la decisión del CEO, Sergio Affronti, y del presidente, Guillermo Nielsen.

De esta forma, YPF Agro, una unidad de negocios dentro de la petrolera -que comenzó a funcionar en 2001 bajo la dirección de la española Repsol, pero se formalizó como tal recién el año pasado-, dará soporte legal, administrativo y contable a Gabriel Delgado, el interventor que eligió el presidente Alberto Fernández. Sin embargo, todavía es necesario que la Justicia, que tiene la jurisprudencia para decidir quién administrará la compañía durante el proceso de quiebra, lo ratifique.

Según el proyecto de ley para expropiar la cerealera, se creará un Fondo Fiduciario Agro Argentina, cuyo fiduciario y fideicomisario será el Estado, y el Fiduciante, la empresa YPF, a través de YPF Agro. Terminada la expropiación, los bienes pasarían al Fondo Fiduciario Agro Argentina.

La última vez que YPF actuó como administradora fue en junio de 2018, luego de que la Justicia dictara la quiebra y la intervención de la petrolera Oil Combustibles, del grupo de Cristóbal López, acusado de no pagar más de $8000 millones por el impuesto a los combustibles. En ese entonces, YPF, en sociedad con Dapsa, cobró un canon mensual de US$3,3 millones por la administración, que en principio iba a durar 60 días y luego se prolongó por un plazo idéntico.

YPF, además, logró tener así prioridad a la hora de comprar, por US$85 millones, las 220 estaciones de servicio, el centro de almacenamiento y el muelle en San Lorenzo, Santa Fe -a pocos kilómetros de donde está ubicado el corazón de Vicentin-, de Oil Combustibles.

Previamente, en 2012, el entonces viceministro de Economía Axel Kicillof le había dado a YPF la gestión de compras de gas natural licuado (GNL) luego de intervenir la empresa estatal Ieasa (en su momento era Enarsa), por denuncias de sobreprecios en las importaciones de gas. YPF, que en ese momento era presidida por Miguel Galuccio, hacía las veces de comercializador y cobraba una comisión por eso, pero por cuenta y orden de Enarsa. El objetivo del actual gobernador de Buenos Aires era quitarle el control de las importaciones de energía al entonces ministro de Planificación Julio De Vido.

En ambas intervenciones se trataba de negocios vinculados con el sector energético. En esta ocasión, YPF dará soporte en un área que apenas tiene injerencia, con entre 2 y 3% de la participación del mercado. YPF Agro, a su vez, representa el 10% de la facturación de la petrolera. Su entrada en el sector agrícola inició con las ventas de gasoil y se expandió luego con las ventas de otros insumos, como fertilizantes. Además, recibe como medio de pago granos, que luego exporta o vende a los pequeños productores de biocombustibles.

Si bien Vicentin es uno de los mayores productores y exportadores de biocombustibles, e YPF podría verse beneficiada en adquirirlos a precio competitivo para la refinación de nafta y gasoil, por el régimen de promoción y producción para las pymes, la petrolera está obligada a comprarle biocombustibles a los productores inscriptos en este programa.