Chicos perdidos
En el Día Internacional del Niño Perdido, es vital tomar conciencia sobre lo que cada uno puede hacer para contribuir a paliar este drama social
Cuesta imaginar situaciones más desesperantes que la de perder un niño. Sin embargo, se trata de una escena que se repite entre cinco y siete veces por día en la Argentina. Afortunadamente, más del 90% son recuperados casi inmediatamente. Sensibilizar y educar a la comunidad en relación con esta problemática ante una eventual sospecha cobra cada vez mayor importancia para no demorar acciones que serán vitales.
Como asociación civil, Missing Children (missingchildren.org.ar) funciona en la Argentina desde 1999. Ante el largo y difícil derrotero de una búsqueda, su trabajo de orientación para las familias involucradas es clave. También resulta insustituible su contribución con la labor de la Justicia y de las fuerzas de seguridad, tanto como en la difusión de las fotos de los menores para facilitar su hallazgo y su identificación.
En una factura de un servicio público, en las camisetas de jugadores de fútbol en un encuentro que suscite la atención de numerosas personas, todas las ocasiones son buenas para reproducir las imágenes de esos chicos perdidos.
En la actualidad, son más de 50 los niños perdidos en nuestro país. En los últimos diez años se estima que han sido unos 65 los que nunca fueron encontrados.
Hoy, en coincidencia con nuestra Fiesta Patria, se celebra en el mundo el Día Internacional del Niño Perdido. Siempre destacamos cuán solidario es el pueblo argentino. Desde la incansable Red Solidaria, sus voluntarios se han propuesto franquear los límites nacionales, hermanar activamente a compatriotas repartidos por el mundo y compartir las búsquedas de menores en diferentes países, habida cuenta de que nada exime de pensar que puedan haber sido sacados de su país de origen.
Actualmente la red Missing Children Global, con sede en los Estados Unidos, reporta unos 6150 chicas y chicos extraviados. La acción solidaria global se concreta con la participación de voluntarios y colaboradores argentinos en 48 países. Gracias a ellos las fotos de los niños perdidos en el mundo serán difundidas a lo largo de todo un día; desde Nueva Zelanda hasta Chile, con millones de personas de distintos lugares del planeta convocadas a prestar sus ojos en la búsqueda y concientización sobre este doloroso problema.
Se parte de la premisa de que cuantos más seamos buscando, más rápido los vamos a encontrar. Muchos factores hacen posible que se pueda devolver a un niño a su hogar. Cada uno de nosotros puede prestar sus ojos y hacer la diferencia. Un solo niño perdido ya es demasiado.