Complicidades que explican el fenómeno narco
Las revelaciones judiciales conocidas en Rosario en torno al juez Bailaque dan cuenta de las espurias y criminales alianzas entre el poder y la delincuencia
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La corrupción en la Justicia Federal de Rosario, que vuelve a quedar expuesta en las investigaciones sobre el juez federal Marcelo Bailaque, sigue revelando la mafiosa madeja de complicidades que llevan a entender por qué en esa ciudad el narcotráfico creció a lo largo de las últimas dos décadas de una manera tan violenta como desenfrenada.
Las tres causas abiertas contra este magistrado, cuyo proceder está siendo también evaluado por el Consejo de la Magistratura, provocaron una implosión en la Justicia Federal de Rosario, donde las relaciones y los vínculos de magistrados y funcionarios con los investigados derivaron en decenas de excusaciones, pedidos de apartamiento y recusaciones.
Un claro ejemplo de ello es el pedido de apartamiento del juez federal Gastón Salmain, realizado por los fiscales Sergio Rodríguez, de la Procuración de Investigaciones Administrativas, y por sus pares de Rosario Javier Arzubi Calvo y de Santa Fe Walter Rodríguez, luego de que en un nuevo peritaje al celular del extitular de la AFIP Rosario Carlos Vaudagna, acusado junto con Bailaque, se encontraran mensajes borrados que revelan varias conversaciones entre Salmain y el acusado.
El escandaloso caso del juez Bailaque y la serie de hallazgos sobre el dudoso accionar de otro magistrado y de exfuncionarios rosarinos se asemeja a la causa que terminó con la destitución y detención del juez Bento, en Mendoza
Los fiscales destacan que, a pesar de estos vínculos que el magistrado no blanqueó, sí avaló el pedido de Vaudagna de concentrar todas las causas en su contra. En este contexto, estas maniobras siembran también sospechas sobre si se mantiene tal protección respecto de funcionarios acusados de corrupción, como Vaudagna, un hombre con mucho poder durante más de una década, sospechado de extorsionar, como si fuera otro miembro más de una banda criminal.
Una de las causas en las que Bailaque es investigado fue revelada por LA NACION en junio del año último. El magistrado compartía contador con el narco Esteban Alvarado, a quien él mismo investigaba. Otro de los casos que surgieron en la imputación está relacionado con un financista muy conocido de Rosario: Fernando Whpei, “amigo” del magistrado. Según los registros de Migraciones, viajó a Chile con Bailaque en abril último. La relación con este financista va más allá de una simple amistad.
Fernando Whpei y su hermano Guillermo pretendían quedarse con el manejo de la Cooperativa de Trabajos Portuarios Limitada, que estaba intervenida, luego de la causa que se inició contra el histórico cacique que manejaba la estiba de todos los puertos agroexportadores, Herme Juárez, apodado “Vino Caliente”. Es una caja millonaria. La tercera investigación es la que tiene a Bailaque y Vaudagna como principales acusados.
La hipótesis dominante es que se armaban causas contra empresarios para perjudicarlos, con información privilegiada del ente recaudador, como ocurrió con los financistas Claudio Iglesias y Jorge Oneto.
Es hora de que los múltiples personeros del crimen organizado sean juzgados, condenados y separados de los cargos que usaron para delinquir
En el recorrido de la investigación contra Vaudagna surgieron sugestivos movimientos, según los fiscales a cargo del caso, que muestran vínculos “tóxicos” que exponen la resistencia de sectores de la propia Justicia Federal de Rosario para avanzar hasta el fondo del escándalo. La investigación adquirió fuerza luego de que la tomó en Reconquista el fiscal Roberto Salum, quien ordenó allanamientos que se hicieron en diciembre pasado, en los que se secuestraron celulares en manos de Vaudagna.
Esta es una de las claves de esta etapa de la investigación en una causa en el fuero provincial con Vaugdagna que apareció inesperadamente en la investigación penal contra el exdirectivo de Vicentin Omar Scarel. En un allanamiento en 2021 contra este empresario se incautaron más de 200.000 dólares en la caja de seguridad de un banco.
Scarel no podía justificar ese dinero y, con el riesgo de que le abrieran una causa por lavado de activos, apareció Vaudagna como su “salvador”, en ese momento titular de la actual ARCA en Santa Fe y Rosario. Argumentó ante los fiscales provinciales que ese dinero era suyo, producto de una inversión inmobiliaria que estaba por hacer con el hijo de Scarel. La pena contra el extitular de la AFIP fue una probation. Pero lo más importante fue la revelación de que en su celular aparecieran sus vínculos con el juez Bailaque.
La ruta de esa investigación demarca los problemas endémicos que enfrenta la Justicia Federal de Rosario, cuestionada desde hace una década por su pasividad y demora en enfrentar el problema de la criminalidad y la violencia con la que el narcotráfico ha teñido el distrito.
En diciembre pasado, se encargó un nuevo peritaje al teléfono del extitular de la AFIP, que había sido analizado con una tecnología que hoy fue superada con otras herramientas, como UFED Premium. Fue precisamente ese insumo el que permitió recuperar los mensajes que se habían borrado, entre ellos y con Salmain, el actual juez de la causa.
El siniestro derrotero de complicidades arrancó cuando en 2023 el propio Bailaque estaba al frente de las investigaciones. Se excusó por ser él mismo el investigado. La pesquisa pasó a un colega, Carlos Vera Barros, que también pidió correrse del caso por “violencia moral” y por “estrecha relación personal con Bailaque”. La Cámara Federal de Rosario designó entonces a Salmain. Hasta ese momento no aparecía ninguna evidencia en el expediente de una supuesta relación entre este magistrado y el extitular de la AFIP.
Conocidos los hechos, la defensa de Vaudagna promovió una cuestión por vía inhibitoria para que el juzgado se declare competente y ordene la remisión de las causas contra Vaudagna que estaban radicadas en Reconquista y Santa Fe. Fue entonces que Salmain se declaró competente y absorbió las dos causas contra Vaudagna.
La historia de las conversaciones recuperadas es, además de sorprendente, escandalosa. Casi 50 mensajes intercambiados entre quienes nunca deberían haberse contactado. Incluso, se descubrió que mantuvieron reuniones en distintas ciudades.
Después de que aparecieran estos mensajes que habían sido borrados, el fiscal nacional de investigaciones administrativas, Sergio Rodríguez, y el fiscal federal de Rosario Javier Arzubi Calvo recusaron al magistrado que actualmente absorbió las investigaciones contra el extitular de la AFIP.
Con estas investigaciones que se llevan adelante en Rosario aparece una oportunidad para que queden al descubierto las complicidades que provocaron que esa ciudad se desangrara por tantos años ante la violencia brutal que impuso el narcotráfico.
Tan nefasta connivencia exhibe la clara penetración mafiosa en las grietas que ha abierto un Estado al que nada le interesa el bienestar y progreso de los ciudadanos. Es de esperar que se llegue al fondo de la cuestión y que se actúe en consecuencia. El caso de Bailaque tiene muchos puntos de contacto con el del hoy exjuez federal Walter Bento, en Mendoza, destituido y detenido por liderar una banda que cobraba coimas a cambio de beneficios a presos.
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