Disputada sucesión porteña

Hace ya tiempo que viene sonando en la ciudad de Buenos Aires la versión sobre una eventual alianza entre el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y el diputado nacional Martín Lousteau (UCR) para respaldar la precandidatura presidencial del primero. Los reproches respecto de que el jefe de Gobierno no preparó su sucesión en el distrito con una figura de Pro se hacen oír.

Paralelamente, se venía hablando del candidato “tapado” de Rodríguez Larreta para sucederlo cuando, en realidad, todo apuntaba a que iba a ser Fernán Quirós, eficiente ministro de Salud porteño. La precandidatura del médico se suma a la del exintendente bonaerense Jorge Macri; a la de la activa ministra de Educación local, Soledad Acuña, y a las del vicepresidente 1° de la Legislatura, Emmanuel Ferrario, cercano a María Eugenia Vidal, y del legislador Roberto García Moritán. La presidenta de Pro y rival de Rodríguez Larreta en la puja interna para la presidencia de la Nación, Patricia Bullrich, se queja de los ataques que recibe de parte de funcionarios porteños y negocia incorporar a Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) a la competencia electoral capitalina.

La danza de nombres es tan nutrida como densas son las tensiones en la principal coalición opositora en el orden nacional, entre quienes se disputan protagonismo y postulaciones. “La gente elegirá”, sostiene con razón Rodríguez Larreta. Hay muchas personas abocadas a promover el diálogo y la unión dentro de la oposición hasta tanto las PASO despejen el camino con vistas a los comicios generales.

En esta situación, el demorado anuncio de la precandidatura de Quirós se dio en ocasión de la inauguración del nuevo edificio de Centros de Salud y Acción Comunitaria (Cesac) de Villa Luro y sumó condimentos al análisis político agitando aún más el avispero. Él mismo había confesado no estar del todo convencido de sumarse a la pelea electoral. Finalmente, se incorporó a la contienda aun careciendo del anclaje político tradicional. Tal vez allí radique su éxito en las encuestas, con una bien ganada imagen positiva y un nivel importante de conocimiento de su figura por parte de la población.

Entre las primeras en defender su candidatura estuvo Elisa Carrió. “Una luz que se abre para un pueblo que hoy tiene mucho dolor y angustia”, opinó.

Si bien queda aún mucho camino por recorrer, celebramos que quien ha dado sobradas muestras de idoneidad y compromiso en momentos tan difíciles como los que planteó la pandemia, asuma ahora este nuevo desafío.

Es sabido que la arena política es un territorio al que pocos se le animan cuando su trayectoria y desempeño profesional no les asegura mieles sin barros. Por ese motivo, resulta doblemente valioso que alguien como Quirós aspire a continuar aportando al bien común desde la función pública.

Ojalá sea señal de un nuevo tiempo en el que se anoten para competir por un cargo electoral precandidatos provenientes de distintas áreas de la vida del país, en sintonía con una sociedad cansada de una dirigencia mayoritariamente acostumbrada a defender personalismos, más que a atender eficientemente las verdaderas demandas comunitarias.