Premio al valor de disentir
El valiente e incansable disidente ruso Alexei Navalny acaba de ser distinguido con el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, que concede el Parlamento Europeo, en merecida recompensa por su lucha a favor de la democracia y contra la extendida corrupción que afecta al gobierno de su país. De hecho, Sájarov fue otro opositor ruso.
El autoritario régimen que encabeza Vladimir Putin mantiene prisionero a su principal enemigo político, quien milagrosamente salvó su vida tras un intento de envenenamiento a manos del Kremlin en Gran Bretaña. A su regreso, fue sentenciado a dos años y medio de prisión en un amañado juicio y sus seguidores y fundación, desarticulados.
Europa exige su liberación, así como la del resto de los presos políticos que el gobierno de Putin mantiene. Nuestro país debería sumarse a ese reclamo. El premio, otorgado desde 1988, reconoce el valor de Navalny y es interpretado como una potencial antesala al Nobel de la Paz.
Corresponde bregar por la pronta liberación de este héroe indiscutido de la democracia y de la libertad de expresión, al tiempo que adherimos calurosamente a la candidatura al Nobel de Alexei Navalny.