Se va la murga
Perdido por perdido, el Frente Amplio apela a cualquier recurso para modificar un desenlace que parece inevitable. Pero se equivoca quien piense que son manotazos de ahogado. Nada de eso. Detrás de su comunicación persuasiva hay una estrategia planificada al detalle.
Los expertos en comunicación hablan de la necesidad de atender, con coherencia temática, distintas áreas de acción: publicitaria (los mensajes pagos en los medios), periodística (los hechos políticos difundidos por la prensa) y de Relaciones Públicas (giras, actos, recorridos barriales).
Pero el FA extiende su accionar comunicacional a muchos más campos. De todos ellos, resulta particularmente antiético el que refiere al uso y abuso de recursos del Estado, para los que contribuyen todos los uruguayos, con intención proselitista. La ley de medios, ese engendro kirchnerista-chavista, que será derogada el 15 de febrero de 2020, le permite expropiar 15 minutos por día y por medio de comunicación para hacer una propaganda de gestión absolutamente desembozada.
Otra pata de comunicación a la que han echado mano es a la campaña del miedo. Más que una fiesta cívica, esto se está pareciendo a una vergonzante retirada murguera de los intolerantes.