Pesimismo: no creen que puedan encontrar sobrevivientes en Minas Gerais

MARIANA. – El jueves pasado, dos diques que transportaban desechos mineros en Brasil se rompieron y desataron así un alud de barro que tapó todo lo que se encontró en su camino a lo largo de 60 kilómetros. Desde ese entonces, los bomberos del Estado de Minas Gerais tienen la difícil tarea de buscar a las personas que fueron sepultadas por el lodo.

Hasta ahora, las autoridades sólo habían confirmado dos muertes y 16 personas heridas. Sin embargo, ayer comenzaron a circular los rumores de un tercer cuerpo y luego el gobernador Fernando Pimentel reconoció que "con seguridad" la mitad de los desaparecidos están muertos.

El gobernador del estado de Minas Gerais admitió en una rueda de prensa que "la esperanza va disminuyendo" a medida que pasan los días: "Con seguridad los 13 desaparecidos que estaban en el depósito al momento de la ruptura difícilmente serán encontrados aún con vida, lamentablemente tenemos que reconocer eso".

Hay otras 13 personas desaparecidas, de varios poblados en torno a Mariana, donde ocurrió el desastre el jueves. Según Pimentel, esas personas podrían haber alcanzado a escapar de la poderosa ola de barro o estar aisladas en alguna localidad sin que hasta ahora hayan sido contactadas. "No le quiero quitar la esperanza a nadie, puede que consigamos a alguien con vida, pero a medida que va pasando el tiempo la esperanza va disminuyendo", dijo.

En conferencia de prensa, el gobernador Pimentel, dijo que se desconocen las causas de la rotura de las presas sucedida el jueves en la mina de mineral de hierro Samarco.

Según las autoridades, la falla de las presas derivó en una corriente de agua, lodo viscoso rojizo y otros escombros que inundó la aldea de Bento Rodrigues, donde arrasó casi la totalidad de los inmuebles.

El lodo continúa propagándose y comenzó a causar inundaciones en otras localidades próximas después de que alcanzara un río en la zona además de que ha puesto en peligro el suministro de agua para varias ciudades en el estado vecino de Espirito Santo.

"Si la pérdida de una vida humana es irreparable, imaginemos 28'', declaró Pimenetel citado por el periódico O Globo de Río de Janeiro. "Se trata de un desastre, de una tragedia de grandes dimensiones''.

Hoy las autoridades confirmaron que se identificó a la segunda víctima de la tragedia: Sileno Narkievicius de Lima, de 47 años. Sileno trabajó como chofer en la empresa Ingeniería Integral dando servicio a la empresa minera Samarco. La primera muerte confirmada se anunció el viernes. Claudio Fiuza sufrió un ataque al corazón en el lugar cuando se produjo la interrupción de las presas.