Bush dijo que habrá una base en la Luna antes de 2020
NUEVA YORK.- En uno de los planes espaciales más ambiciosos de la historia, el presidente George W. Bush se comprometió a regresar el hombre a la Luna antes de 2015 y establecer allí una base que permita, en el futuro, enviar misiones humanas a Marte y a otros lugares del sistema solar.
"No sabemos dónde terminará este viaje, pero hay algo de lo que estamos seguros: los seres humanos nos dirigimos al cosmos", dijo Bush, sumamente entusiasmado, frente al auditorio de científicos y astronautas que lo escuchaba en la sede de la Agencia Espacial Norteamericana (NASA), en Washington. "El deseo de explorar y entender es parte de nuestra personalidad, y esa aventura nos ha traído beneficios tangibles que han mejorado nuestras vidas de incontables maneras -señaló el mandatario-. Nos queda mucho por explorar y entender... Es tiempo de que Estados Unidos dé el próximo paso."
Después de una semana de venir preparando el terreno para el anuncio, que funcionarios de la administración se han esforzado en comparar con el discurso de 1961 en el que John F. Kennedy prometió poner al primer hombre en la Luna, Bush finalmente reveló los detalles del costoso programa espacial que ha generado dudas entre los expertos y rechazo entre sus opositores políticos, que lo ven como una jugada electoral.
Con tono firme y decidido, el presidente se comprometió a desarrollar para 2008 un nuevo vehículo de exploración espacial con alta capacidad de vuelo.
Esta nave suplantaría a los transbordadores espaciales, cuya flota -que el año pasado perdió en un accidente a su nave pionera, el Columbia- pasaría a retiro en 2010, una vez que se complete la Estación Espacial Internacional, a la que brindan transporte de tripulación y carga. "Vamos a cumplir las obligaciones con nuestros 15 socios", afirmó Bush.
Entre 2015 y 2020, según adelantó el presidente, se realizarán numerosos viajes a la Luna con la nueva nave espacial, y en la superficie del satélite terrestre se instalará una base de entrenamiento para misiones más lejanas a Marte, asteroides y, eventualmente, a otros planetas. Aunque Bush no precisó ayer cuándo se podrían realizar los primeros vuelos tripulados al planeta rojo, fuentes gubernamentales han apuntado que podría ser entre 2025 y 2030.
El mandatario reconoció que las misiones con robots son útiles y abren un camino esencial -como lo está haciendo en estos momentos la sonda Spirit, que desde hace dos semanas se encuentra explorando la superficie marciana-, pero aclaró que "solamente los seres humanos son capaces de adaptarse a las inevitables incertidumbres que se presentan en los vuelos espaciales".
Entre aplausos de los presentes, resaltó que se trata de "un viaje y no una carrera" e invitó a otros países a "compartir los desafíos y oportunidades de esta nueva era de descubrimientos".
El anuncio presidencial tuvo como prólogo la conexión, a través de una pantalla de video gigante, con el astronauta norteamericano Michael Foale, que se encuentra en la Estación Espacial Internacional junto a un compañero ruso y que felicitó a Bush por la audacia y el coraje de asumir este reto.
"Sé que soy sólo un capítulo en una historia persistente de descubrimientos", dijo Foale, mientras desde el auditorio de la NASA lo miraba emocionado su colega Eugene Cernan, que en 1972 junto a Harrison Shmitt fueron los últimos hombres en llegar a la Luna en el módulo Apollo 17. Los primeros fueron, el 20 de julio de 1969, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, a bordo de la Apollo 11.
Fuera de la NASA, sin embargo, el costo del remozado programa espacial de Bush no provocó tantas simpatías. El jefe de la Casa Blanca dijo que propondrá al Congreso aumentos modestos del presupuesto de la NASA, de sólo un cinco por ciento anual durante los próximos tres años y de un uno por ciento en los dos años siguientes. Así, en los próximos cinco años se gastarán 12.000 millones de dólares en la exploración espacial, pero solamente 1000 millones será dinero nuevo; el resto provendrá de otros programas de la NASA que serán limitados o cancelados, como el de los transbordadores.
Esto significa que incluso si Bush es reelegido en noviembre próximo serán sus sucesores quienes tendrán que conseguir el financiamiento para el programa, que muchos temen está desviando recursos de otras tareas primordiales. "Tenemos un gran déficit, del orden de los 450.000 millones de dólares este año. Nuestra principal preocupación debería ser la economía y la creación de puestos de trabajo", criticó ayer el representante de Missouri Richard Gephardt, uno de los nueve precandidatos demócratas para los comicios de noviembre.
"Todo el programa es ridículo", afirmó por su parte a LA NACION Robert Park, profesor de Física de la Universidad de Maryland y vocero de la Sociedad de Físicos Norteamericana. "No hay necesidad de poner en riesgo a seres humanos cuando los robots pueden hacer el trabajo, y lo están haciendo tan bien ahora mismo en Marte -añadió-. Esta es una jugada política; Bush jamás mostró el menor interés en la ciencia. No creo que el programa llegue a implementarse; el año próximo será historia, como lo fueron similares intenciones de Bush padre, cuando en 1989 propuso un plan muy parecido."
Otros especialistas, en cambio, resaltaron que el programa de Bush permitiría utilizar comercialmente la Luna en provecho de la humanidad. "Si se hace para que la base lunar pueda capturar energía con paneles solares que la envíen a la Tierra como electricidad, me parece que es una idea positiva volver a la Luna", indicó el profesor David Criswell, director del Instituto para Operación de Sistemas Espaciales de la Universidad de Houston.
En tanto, Rick Tumlinson, fundador y director de la Fundación Frontera Espacial, advirtió que la única forma en de que el "grandioso" plan de Bush funcione es involucrando al sector privado en la exploración espacial. "Si la NASA se pone a hacer esto a su manera tradicional, con sus contratistas de siempre, se hará extremadamente caro y largo", dijo a LA NACION. "A mí me gustaría ver que la base lunar es operada por la cadena de hoteles Hilton; recién entonces vamos a tener una estructura que funcione y no dé pérdidas", bromeó.
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