Cierre de campaña con promesas en Chile
Sebastián Piñera, el candidato de la derecha y favorito, hizo un multitudinario acto en Santiago; Frei ya habla de un ballottage
SANTIAGO, Chile.- "Se siente, se siente, Piñera presidente", coreó la multitud ayer cuando, a última hora de la tarde, el candidato de derecha a la presidencia chilena salió a escena de la mano de su esposa para cerrar su campaña con un masivo acto en la emblemática avenida Alameda de Santiago.
Así es como se siente Sebastián Piñera: presidente. Con el optimismo de quien ya no concibe otra alternativa que el triunfo, el empresario, gran favorito en las elecciones de pasado mañana, decretó ayer el fin de la Concertación y prometió un gobierno de unidad nacional.
"Hoy siento que gracias a todos ustedes estoy preparado para ser un buen presidente, para servir a Chile y a los chilenos, con toda la fuerza y las capacidades que Dios me ha dado", proclamó Piñera ante las 20.000 personas en esta ciudad.
Fue el único de los tres principales candidatos en cerrar su campaña con un multitudinario acto en Santiago. El oficialista Eduardo Frei, que marcha segundo en las encuestas pero a gran distancia en un eventual ballottage, eligió la ciudad de Concepción, mientras que el independiente Marco Enríquez-Ominami puso fin a su campaña en La Calera, en la región de Valparaíso.
Las primeras columnas empezaron a llegar a la esquina de Alameda y Portugal a las 18. Muchos lo hicieron en grandes ómnibus provenientes de comunas populares de Santiago. Con decenas de banderas y cornetas, se mezclaban con simpatizantes que llegaban de Providencia, Las Condes y otros sectores acomodados de la ciudad. Para alentar la llegada de simpatizantes, el comando de Piñera repartió boletos de subte y dispuso para el cierre un show del convocante cumbiero Américo. Sin embargo, la convocatoria fue inferior a la esperada por los organizadores.
Arremangado y con una corbata roja, Piñera se ubicó en un estrado con forma de estrella, el símbolo de su campaña, y apuntó sus dardos contra el oficialismo. "Sin duda los gobiernos de la Concertación han hecho cosas buenas, y siempre las hemos reconocido", dijo, y despertó una silbatina. "Pero quiero decirles a los chilenos que el tiempo de la Concertación ya pasó y que ningún mea culpa y mucho menos de última hora va a poder engañarlos; saben muy bien que la Concertación se agotó", añadió, en alusión a una pauta televisiva que transmitió ayer Frei, en la que reconocía errores de la coalición gobernante.
Piñera, que durante la campaña apeló al votante de clase media, prometió mano dura con la delincuencia, crear un millón de empleos y ampliar los beneficios sociales. "Necesitamos ampliar la red social para que sea más eficaz, para que proteja a nuestra clase media, que también necesita ayuda y que hoy está injustamente abandonada", señaló.
Sobre el final de su discurso, llamó a construir un gobierno de unidad nacional. "Vamos a ser un gobierno que una a los chilenos, que va a derribar los muros del pasado y que va a construir los puentes del futuro", afirmó, y les solicitó a todos que le den "una oportunidad".
Desde las primeras horas de ayer, el masivo acto de Piñera despertó quejas de los vecinos de Santiago, porque obligó a cerrar varias calles céntricas, entre ellas la Alameda, la principal arteria de la ciudad.
Por su parte, el ex presidente y candidato de la Concertación, Eduardo Frei, cerró su campaña ante cerca de 7000 personas en Concepción, 500 kilómetros al sur de Santiago. "Por primera vez las fuerzas progresistas democráticas llegamos representadas por tres candidatos al momento de la elección. Pero hay algo más importante que eso: somos muchos más los que creemos en la libertad, en la democracia, en el respeto a los derechos humanos como valores fundamentales´´, dijo Frei. "Somos muchos más los que tenemos la certeza de que el mercado debe estar al servicio de las personas y no las personas al servicio del mercado.´´
El abanderado oficialista dijo que desde la próxima semana estará "transmitiendo un mensaje de confianza y optimismo, y nuevos bríos y nuevos equipos humanos´´, en alusión a un eventual ballottage en enero.
Por su parte, el candidato independiente Marco Enríquez-Ominami cerró su campaña en La Calera, en la región de Valparaíso, donde dijo: "Si alguien quiere un cambio, no vote por los mismos".