Con su futuro en juego, Lula promete dar pelea "hasta la muerte"
PORTO ALEGRE.- Las calles de Porto Alegre están calientes. Anoche, en la víspera de que una corte de apelaciones aquí confirme o rechace la condena a nueve años y medio de prisión por corrupción contra Luiz Inacio Lula da Silva, el expresidente brasileño defendió su inocencia frente a una fervorosa multitud que lo aclamó como su candidato para las elecciones de octubre, aunque un revés judicial hoy le complicaría seriamente el camino.
"Cualquiera sea el resultado, continuaré luchando para que las personas continúen teniendo respeto", resaltó Lula, de 72 años, afónico y emocionado, ante la enorme marea de simpatizantes reunidos en la tradicional Esquina Democrática del centro de la capital gaúcha. Aunque la policía no dio cifras, según cálculos del Partido de los Trabajadores (PT) había allí unas 70.000 personas, lo que la convertiría en la mayor congregación política en la historia de Porto Alegre.
"Solo una cosa me sacará de las calles de este país, y será el día de mi muerte", agregó.
La mayoría llegó a la ciudad en las últimas horas para presionar hoy a los tres magistrados del Tribunal Regional Federal de la 4» región, que desde primera hora juzgarán la apelación de Lula al fallo del juez federal Sergio Moro. En el marco de la operación Lava Jato, en julio pasado, Moro halló culpable a Lula de recibir un departamento de la constructora OAS como soborno para garantizarle a la empresa contratos con Petrobras durante su gobierno. En medio de un gigantesco operativo de seguridad, los jueces Leandro Paulsen, Victor Laus y João Pedro Gebran tomarán una decisión que -agotados los recursos jurídicos- podría inhabilitar la nueva candidatura de Lula, hoy el gran favorito para los comicios de octubre.
"No voy a hablar de mi proceso ni de la Justicia. Primero, porque tengo abogados competentes que ya probaron mi inocencia. Segundo, porque creo que quienes votarán deben atenerse a los autos del proceso y no a sus convicciones políticas", agregó Lula en su baño de masas anoche, en el que aprovechó para insistir en la idea de una "persecución política" de ciertos sectores del Poder Judicial en complot con la elite brasileña, los medios de comunicación tradicionales y los mercados internacionales.
Aplaudido a rabiar por los manifestantes, Lula les agradeció su apoyo -citó, entre los simpatizantes extranjeros, a los argentinos presentes- y los exhortó a resistir. "¡Lula, guerrero del pueblo brasileño!", lo vivaba la muchedumbre, y él respondió: "Finalmente nos estamos despertando".
Mientras grupos a favor y en contra de Lula montaban anoche vigilias aquí y en varias ciudades, el expresidentes regresó a San Pablo, donde escuchará el veredicto del TRF4 por televisión desde su casa. La sesión, que empezará a las 7.30 de la Argentina, genera tanta expectativa que será también transmitida en vivo por YouTube. Se espera que a la tarde Lula hable ante sus seguidores convocados en la paulistana Plaza de la República, con quienes luego marcharía hacia la emblemática Avenida Paulista, aunque es allí donde desde temprano grupos anti-Lula se congregarán para seguir las instancias del TRF4.
Antes de acompañar anoche a Lula sobre el escenario en Porto Alegre, ayer por la mañana la destituida expresidenta Dilma Rousseff participó de un evento con mujeres que debía ocurrir dentro del Teatro Dante Barone, frente a la Plaza de la Matriz, pero un "sospechoso" corte de luz obligó a mudar la reunión a la calle. Allí, Dilma reiteró que la condena de su padrino político es la tercera etapa de un golpe parlamentario-mediático en curso: la primera habría sido el impeachment que la sacó del poder, y la segunda, el impulso por parte del gobierno de Michel Temer de políticas neoliberales.
"El golpe fue hecho para destruir al PT, pero se equivocaron. Lula creció en las encuestas y demostró su potencial político. Así que pasó a ser quien debe ser aniquilado de la faz de la Tierra. Y para ello usan en su contra un proceso de persecución política", dijo.
En todo el centro de la capital gaúcha había carteles verdes y amarillos en los que se leía "elección sin Lula es fraude". Con la llegada de decenas de miles de militantes del PT, movimientos sociales y sindicatos, Porto Alegre adquirió el ambiente característico del Foro Social Mundial que empezó a celebrarse aquí en 2001 como alternativa al Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, para cuestionar los procesos de la globalización.
"Hay que resistir, sería un gran retroceso que Lula vaya preso y se avance contra todas las conquistas sociales logradas durante su gobierno. Todos los hermanos latinoamericanos estamos unidos en defensa de Lula", dijo el agricultor bonaerense Gastón Blando, de 36 años, que llegó a Porto Alegre con una veintena de otros jóvenes argentinos miembros del Movimiento Popular Patria Grande.
De camino a la cumbre de Davos, Temer buscó calmar a los mercados inquietos por la incertidumbre que genera el juicio contra Lula en los inversores. "Las instituciones están funcionando con toda tranquilidad, lo que da mucha seguridad a quien quiera invertir en Brasil", resaltó.
Muchos opositores al PT pretenden celebrar hoy en el Parque Moinhos de Vento la confirmación del fallo contra Lula. Bautizaron al evento "CarnaLula", en alusión al carnaval, y ya en las inmediaciones del parque se vendían muñecos inflables del exmandatario vestido de presidiario.
"Mi temor es cómo reaccionarán después Lula y el PT. Los petistas son fanáticos y no se quedarán de brazos cruzados", opinó el abogado Paulo Braga, de 25 años. En la cúpula del PT ya incluso se consideraba que la mejor respuesta a una eventual confirmación de la condena a Lula sería lanzar mañana mismo su candidatura presidencial. No esperar ni un día a que se agoten los recursos jurídicos. La idea es demostrar fortaleza, aunque para muchos brasileños sería una provocación.
El tríplex de Guarujá
Condena a prisión
El 12 de julio de 2017, el juez federal Sérgio Moro condenó a Luiz Lula da Silva a nueve años y medio de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de la operación Lava Jato. Lo halló culpable de recibir como soborno en especie de la constructora OAS un departamento tríplex en el balneario paulista de Guarujá, a cambio de garantizarle a la empresa contratos con la estatal Petrobras. Los sobornos fueron estimados en un valor de US$1,2 millones.
La primera dama
En 2005, la entonces primera dama, Marisa Leticia -que murió el año pasado-, adquirió una cuota para la compra de un departamento en el edificio en obra, entonces propiedad de la cooperativa Bancoop; la cooperativa luego entró en quiebra y el edificio fue pasado a OAS. En 2009, OAS lo convirtió en un tríplex y lo empezó a preparar para Lula, según testigos.
Defensa
La defensa de Lula alega que el departamento nunca estuvo a nombre suyo, que el expresidente jamás usó la vivienda y que no fue demostrado que durante su gobierno se haya buscado beneficiar a OAS.
Confesión
Sin embargo, el expresidente de OAS Leo Pinheiro confesó a la Justicia que Lula le había pedido destruir la documentación del inmueble y que le pidió mantener oculta su propiedad.
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