Despiden al joven que murió en la estampida en Israel: “Quería salir de la Argentina y estudiar”

JERUSALÉN.- Con la presencia de su padre y su familia que viajaron especialmente desde Buenos Aires, fue sepultado en Jerusalén el joven argentino Abraham Daniel Embón, de 21 años, que había viajado recientemente desde la Argentina para formarse en un centro de estudios judíos ortodoxos -la Yeshivá Heichal Yitzhak-, y fue una de las 45 víctimas fatales de la estampida ocurrida el pasado jueves en el Monte Merón.

“Él no quería quedarse en la Argentina, quería salir y estudiar”, dijo con la voz quebrada al hablar durante el entierro su padre, el rabino Dan Embón, director de la Comunidad Sucath David, del barrio de Once, en Buenos Aires.

Al funeral realizado el pasado lunes asistieron familiares y amigos del joven y, en representación del gobierno, el ministro del Interior, Aryeh Deri, según informó el sitio ynet.co.il. Fue la última de las víctimas en recibir sepultura.

“Cuando un hijo entierra a un padre o una madre el dolor es grande, pero así es el mundo. Yo siento que es todo lo contrario, que debería llevarme a mi hijo”, dijo Embón. “No puedo hablar, estoy destrozado. Solo quería decir algo pequeño sobre él. Él estaba muy feliz en la yeshivá”.

Shaya Toledano, una amiga del joven fallecido que estaba con él en el Monte Merón, también le rindió homenaje: “Dijiste que vendrías una vez a ver la tumba del Rabí Shimon -en el Monte Merón- porque no era seguro que pudieras volver“, recordó.

El rabino Daniel Cohen agregó con dolor: “¿Cómo se estrelló contra el suelo este rostro iluminado que tenías? ¿Cómo describir un grito de asfixia? ¿Cómo describir un desastre tan terrible? ¿Cómo se puede continuar ahora?”.

El rabino Yehonatan Aver concluyó: “Oremos para que podamos cumplir con nuestro papel en la vida como él cumplió con el suyo”.

Matanyahu Englman, contralor del Estado, anunció la apertura de una investigación sobre la tragedia del Monte Merón. En una conferencia de prensa dijo que el drama del jueves “pudo haberse evitado” y que ahora está “el deber de determinar cómo ocurrió”.

El encargado de supervisar el funcionamiento de las instituciones públicas ya había advertido dos veces, en 2008 y 2011, sobre las deficiencias en los equipamientos del sitio de peregrinaje en el Monte Merón. ”Si esto se hubiese subsanado, quizás la catástrofe podría haberse evitado”, destacó Englman.