Trump quiere limitar el acceso a la residencia a inmigrantes que requieran asistencia estatal
WASHINGTON (Reuters).- El embate del presidente de Estados Unidos , Donald Trump , contra los inmigrantes parece no menguar. Además del muro que quiere construir en la frontera con México para terminar con los cruces ilegales, luego del veto a ciudadanos de países musulmanes, de las polémicas por los "dreamers" (los niños nacidos en EE.UU. con padres ilegales) y la separación de familias en las fronteras, ahora la Casa Blanca apunta a los extranjeros que hacen uso de beneficios públicos.
De acuerdo con lo publicado por The Washington Post, lo que la administración del republicano busca es que sea mucho más difícil para los inmigrantes ir a los Estados Unidos o permanecer en el país si usan o es probable que usen viviendas públicas, subsidios alimentarios y otras formas de asistencia estatal "no monetaria".
La regulación propuesta por el Departamento de Seguridad Nacional instruiría a los oficiales de inmigración a considerar si una persona recibió algún beneficio financiado por los contribuyentes para determinar si un inmigrante sería una carga pública.
"Bajo una ley federal de larga data, aquellos que buscan inmigrar deben demostrar que pueden mantenerse económicamente", declaró en un comunicado la secretaria del departamento, Kirstjen Nielsen, quien agregó que los cambios propuestos "promoverían la autosuficiencia y protección de los inmigrantes".
La ley de inmigración estadounidense exigió por mucho tiempo a los funcionarios que excluyan de la posibilidad de la residencia permanente a personas que puedan convertirse en una "carga pública", pero las pautas vigentes desde hace casi dos décadas definen que alguien será una "carga pública" si "depende principalmente del gobierno para su subsistencia".
Los cambios se aplicarían a quienes buscan visas o la residencia legal permanente, pero no afectan a las personas que solicitan la ciudadanía de Estados Unidos.
La regulación propuesta será publicada en el Registro Federal en las próximas semanas, dijeron funcionarios, el primer paso hacia su adopción final. El público tiene 60 días para referirse a la iniciativa y las autoridades deben considerar los comentarios enviados y podrían cambiar el reglamento antes de que se promulgue la versión final, probablemente en meses.
Ante esta situación, los defensores de los inmigrantes expresaron su preocupación de que el cambio de las reglas obligue a las familias a renunciar a la ayuda para evitar poner en peligro su estado migratorio. Asimismo, entienden la medida como un intento más por parte de la administración Trump para limitar la inmigración legal y reducir el número de extranjeros que viven en el país.
Según los principales demógrafos, el porcentaje de nacidos en el extranjero de la población de EE.UU. está en su nivel más alto en más de un siglo.