Dos Santos Cruz: "La perturbación democrática no viene de los militares"
En junio del año pasado, el general Carlos Alberto dos Santos Cruz, uno de los militares de mayor prestigio de las Fuerzas Armadas de Brasil, dejó el cargo de ministro de la Secretaría de Gobierno de la Presidencia en medio de rumores de choques con lo que algunos hoy llaman el "gabinete del odio" de Jair Bolsonaro. Más específicamente, con Carlos Bolsonaro, uno de los hijos del presidente, que es legislador de Río de Janeiro y ahora, con la crisis provocada desde que la pandemia llegó al país, se instaló en el Palacio del Planalto.
En entrevista con la nacion, Santos Cruz atribuyó a grupos "radicales y extremistas" los errores cometidos por Bolsonaro, que generan inseguridad y hasta versiones de que en las últimas semanas hubo una especie de intervención militar en el Poder Ejecutivo brasileño. "La perturbación democrática viene por el lado de los extremistas, no de los militares", aseguró el general, que estuvo al frente de tropas de las Naciones Unidas en el Congo y Haití.
-Las informaciones de Brasil generan confusión. En el exterior no se entiende, por ejemplo, cómo el presidente puede pelearse con su ministro de Salud en medio de una pandemia. ¿Como ve usted la situación?
La crisis del coronavirus trajo consecuencias políticas. Al principio faltó coordinación, y eso no fue bueno. El Ministerio de la Salud, que es del gobierno, recomendó el aislamiento social para que Brasil tuviera tiempo de prepararse. Pero en ese momento surgieron tres componentes de la crisis muy fuertes: la necesidad de cuidar la vida de los brasileños, el tema económico y, en tercer lugar, la politización.
-El Ministerio de la Salud recomendó aislamiento, pero el presidente aparece saludando gente por las calles...
Claro, surgió una discrepancia que generó inseguridad, tanto a los ciudadanos de Brasil como a los observadores externos.
-Usted conoce al presidente, ¿lo sorprendió que desafiara a su propio ministro de Salud?
Es que en esos momentos entraron en acción los grupos más radicales.
-El "gabinete del odio"...
-Sí, pero no son solamente personas que están dentro del gobierno: también hay gente que está afuera. Ese grupo, que no es tan grande, pero que hace mucho ruido, manipula información, hace circular informaciones falsas, son fanáticos extremistas. En vez de ayudar, redoblan el conflicto.
-Muchos se preguntan cómo conviven las Fuerzas Armadas de Brasil con este grupo que usted define como extremista.
-En primer lugar, es necesario separar a los militares activos, la institución militar, de los militares que están en el gobierno. Los que van al gobierno no representan a la institución militar. Son ministros del gobierno y no están actuando como militares. Las Fuerzas Armadas tienen una posición institucional. Son cosas diferentes, hay que entender eso. Y las Fuerzas Armadas, como institución, no se involucran en este tipo de situaciones.
-¿Es impensable una intervención de las Fuerzas Armadas en esta crisis?
-Absolutamente. Brasil tiene un presidente elegido, sus poderes funcionan correctamente, eso no tiene ningún sentido. Bien o mal, las medidas están siendo adoptadas.
-¿El tema de la personalidad de Bolsonaro es complicado?
-Sí, y eso encima es estimulado por esos grupos radicales. Cuando se tiene un presidente así se debe buscar atenuar las consecuencias y no agravarlas. Hacen todo lo contrario. Generan conflictos con gobernadores. Hay ministros que generan conflictos absurdos.
-De afuera, parecería que Brasil tuviera dos gobiernos: uno moderado, que está actuando, y otro radical.
-Claro. El Ministerio de Salud está funcionando bien, está adoptando medidas. El Ministerio de Economía, también. Pero el otro grupo, los extremistas, genera una situación que complica todo el proceso. Ellos son los que están dificultando las acciones de gobierno.
-El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, y el ministro de la Educación generaron un conflicto con China...
-¿Para qué nos interesa un conflicto con China en este momento? ¿No interesa más resolver el problema del coronavirus? Es completamente descabellado. Fruto de falta de objetividad e ignorancia. Son personas irresponsables.
-¿Qué le parecieron los comentarios sobre una eventual renuncia del presidente o, incluso, los pedidos para que sea destituido?
-No tienen ningún sentido, no va a ocurrir. Lo que tendría que hacerse es silenciar a los que se comportan como una milicia digital y perturban el ambiente. Pero la sociedad sabe quiénes son y que afectan el equilibrio. Creo que el presidente llegará a esa conclusión.
-¿Ve fuerte a la democracia brasileña en este momento?
-La democracia brasileña está muy fuerte. Las disputas entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial son parte de la democracia. El hecho de que militares sean parte del gobierno no tiene nada que ver con una supuesta debilidad de la democracia. Pueden criticar la preferencia del gobierno por militares, pero de ahí a decir que la democracia está en riesgo, es equivocado. La perturbación democrática viene por el lado de los extremistas, no de los militares. Son los que generan división social, disputas, teorías conspirativas permanentes, ataques personales de bajo nivel. Los que generan riesgos son estos inconsecuentes, no los militares.
-¿Qué consejo le daría a Bolsonaro en este momento?
-Sería honesto, como siempre. Le diría que aleje a este grupo de radicales, que no tengan influencia directa en el gobierno. Lo están perjudicando. Hay buenos ministros, en promedio. Ellos son los que deben asesorar al presidente.
Temas
Más leídas de El Mundo
Suben a 83 los muertos. Un nuevo factor climático agrava el drama de las inundaciones en el sur de Brasil
“Escenario de guerra”: rescates contra reloj para contener el golpe en el sur de Brasil
Catástrofe en Brasil. “Es terrible. Hay gente que perdió todo y el agua sigue subiendo”: el relato de dos argentinos atrapados en Porto Alegre