Ébola: murió la monja que trabajaba en el Hospital San José de Monrovia
Chantal Pascaline, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, murió esta madrugada a consecuencia del virus del ébola; trabajaba con el sacerdote español repatriado, quien sigue internado en Madrid
La monja congolesa Chantal Pascaline murió esta madrugada a consecuencia del virus del ébola en el Hospital San José de Monrovia, en Liberia, según confirmó la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
Chantal trabajaba en el Hospital San José de Monrovia a la par del sacerdote español Miguel Pajares, quien fue repatriado a España anteayer y sigue internado en el hospital Carlos III de Madrid.
Según dijeron a la agencia EFE fuentes sanitarias, el religioso Pajares se encuentra estable y su salud "no ha empeorado".
En general, la atención que recibe no es "presencial": la mayoría del tiempo se sigue su evolución por circuito cerrado, a través de monitores.
En un comunicado, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios indicó que un equipo de profesionales sanitarios viajará lo antes posible a la zona. La campaña que llevan adelante es "Paremos el Ébola en África del Oeste".
La enfermedad
Cómo se contagia
Por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de personas o animales infectados.
Cuáles son los síntomas
Fiebre; dolores musculares, de cabeza y de garganta; vómitos; diarrea, y hemorragias. El período de incubación oscila entre dos y 21 días. Los pacientes pueden contagiar desde el momento en que manifiestan los síntomas.
Cómo se trata o se cura
No existe vacuna ni tratamiento específico que cure la enfermedad, cuya tasa de mortalidad puede llegar al 90%; sin embargo, algunos pacientes se recuperan con la atención médica adecuada y a tiempo.
La evolución - Los 15 días
La evolución del ébola no sigue patrones fijos asociados a síntomas determinados. Hay una etapa aguda en la que el paciente manifiesta fiebre y, normalmente, náuseas, vómito, diarrea, dolor de cabeza y fatiga.
Durante ese período, en el que el virus se multiplica, puede haber también dificultad respiratoria, falta de apetito, dolor articular, muscular, hipo o dificultad para tragar. También pueden aparecer infecciones secundarias o hemorragias (en un 50% de los casos), aunque limitadas.
La supervivencia frente a la enfermedad depende de que las defensas del organismo reaccionen con rapidez y neutralicen a tiempo el virus. Lo hacen a través de anticuerpos de reacción rápida (inmunoglobulina M), los primeros que aparecen para combatir la infección, y los que se generan algo más tarde, pero que ofrecen una cobertura protectora más prolongada (inmunoglobulina G).
Este proceso de producción de anticuerpos se prolonga unos 15 días, hasta que, en el mejor de los casos, el sistema inmune controla al patógeno.
Entonces, la fase aguda deja paso a la de convalecencia, caracterizada por unos niveles de anticuerpos elevados. La supervivencia del paciente pasa por superar esas dos semanas.
El brote de ébola ya se transformó en una "emergencia de salud global" . Lo determinó la OMS ayer, para elevar el nivel de vigilancia de la transmisión del virus, por el cual ya murieron casi 1000 personas en África.
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