El atentado fallido complica el plan de cerrar Guantánamo
Dos implicados habrían estado detenidos allí; Obama habló de una falla "inaceptable"
WASHINGTON.- La investigación del frustrado atentado contra un avión comercial norteamericano durante la pasada Navidad está llevando, como escenario impensado, a la cárcel de Guantánamo, donde, de acuerdo con fuentes de la investigación, habrían estado alojadas dos personas supuestamente implicadas en la trama terrorista.
Al igual que buena parte de lo conocido hasta ahora sobre el fallido ataque, el dato proviene de filtraciones periodísticas. En este caso, de la cadena de televisión ABC News, según la cual por lo menos dos de los cuatro líderes regionales de Al-Qaeda que estuvieron presuntamente detrás de la planificación del atentado son ex prisioneros de Guantánamo.
La misma cadena añadió, al citar fuentes de la investigación, que se trata de ex presos liberados en noviembre de 2007 -durante la gestión del presidente George W. Bush- y entregados a Arabia Saudita, donde se habrían sometido a un programa de rehabilitación "con terapia artística", según se precisó.
De confirmarse, la pista sería un dardo adicional contra la difícil pretensión del presidente Barack Obama de cerrar la prisión de triste fama para mediados de enero próximo. De hecho, fuentes de la Casa Blanca no se cansan de señalar que eso es "impracticable" por la sencilla razón de que aún no se ha logrado destino para los cerca de 200 internos que aún continúan allí alojados.
Desde Hawai, donde pasa sus vacaciones, Obama volvió ayer a reconocer fallas en el sistema de seguridad norteamericano. "Ocurrió una falla sistemática que considero totalmente inaceptable -dijo Obama-. Hubo una mezcla de fallas humanas y sistemáticas, lo que contribuyó a este potencial atentado contra la seguridad."
Nuevo giro
La pista de Guantánamo es un nuevo giro en la investigación del frustrado intento con el que el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab intentó, el pasado 25, hacer detonar el explosivo que llevaba escondido en su ropa interior, a bordo de un vuelo de Northwest que operaba entre Amsterdam y Detroit. El estallido podría haber destruido parte del fuselaje y provocado una matanza, estimaron ayer los expertos.
En un principio se intentó instalar la hipótesis del terrorista suicida solitario. Pero con el paso de las horas se sospechó de colaboradores, pista que creció hasta que el lunes, la facción regional Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) se atribuyó la responsabilidad del ataque frustrado.
Ahora se sospecha que, por lo menos dos de los demás partícipes de la trama, estuvieron alojados en la cárcel donde, además, permanece casi un centenar de detenidos procedentes de Yemen, país en el que Estados Unidos acaba de poner la mira como centro de la actividad de Al-Qaeda. "Con las cosas como están, es imposible que pensemos en devolver más presos a Yemen para poder cerrar la cárcel", clamaban ayer legisladores críticos de la idea de Obama.
Con el paso de las horas, se multiplicaron ayer las advertencias en ese sentido. "Los planes de Obama de cerrar Guantánamo afrontan nuevos desafíos a medida que se conoce más información sobre los lazos de Abdulmutallab con Yemen", advertía el diario Christian Science Monitor.
"La creciente presencia de Al-Qaeda en Yemen podría ser problemática para Obama, particularmente cuando trata de cerrar la cárcel de Guantánamo", coincidió The Wall Street Journal.
Al mencionar fuentes de la investigación, el diario añadió que recientes revelaciones sobre actividades de Al-Qaeda en Yemen "hacen muy difícil" enviar de regreso a más presos nacidos allí a su país de origen.
El frustrado atentado "no hace más que resaltar el hecho de que devolver a estas personas a Yemen en estos momentos es realmente una muy mala idea, es estúpido", declaró Pete Hoekstra, el principal representante republicano en el Comité de Inteligencia del Congreso.
"Si se hiciera un listado de cuáles son los tres peores países para devolver personas [de Guantánamo], Yemen estaría en todas las listas", añadió el parlamentario.
Desde hace meses, la oposición republicana cuestiona el cierre de Guantánamo, y el frustrado atentado de Detroit parece dar nuevos argumentos.
Pese a las dificultades, el gobierno de Barack Obama sigue empeñado en la clausura y, de acuerdo con fuentes locales, en los últimos días logró la devolución de seis yemeníes detenidos en Guantánamo a su país de origen. Y se apresta a hacer otro tanto con más de una treintena.
Al cierre de esta edición, las dudas se extendían incluso a miembros del gobernante Partido Demócrata. El presidente del Comité de Seguridad Nacional del Congreso, Bennie Thompson, se mostró cauteloso.
"En términos de enviar a más presos a Yemen, como mínimo diría que, hagamos lo que hagamos, tenemos que empezar a revisarlo todo desde el principio", dijo.
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