El Papa, internado: Francisco retomó el trabajo desde el hospital y “comenzó a movilizarse”

ROMA.- A 48 horas de una operación de tres horas con antestesia general para eliminar una hernia abdominal que podría haberle causado una oclusión intestinal, el papa Francisco, de 86 años, “mejora progresivamente”.

Desde su suite del décimo y último piso del hospital Gemelli –donde se encuentra internado por tercera vez en dos años-, con una impactante capacidad de recuperación, en efecto, siguen llegando noticias positivas. Jorge Bergoglio continúa evolucionando bien: ya se levantó de la cama, caminó hasta un sillón, donde pudo ponerse a leer los diarios del día y hasta retomó en forma incipiente el trabajo, hizo saber hoy el Vaticano, en dos partes médicos. Además, hace llamados telefónicos y está de buen humor, dijeron a LA NACION fuentes de su entorno.

“El equipo médico informa que el curso postoperatorio del Pontífice sigue siendo regular y normal. El Santo Padre nunca ha tenido fiebre, los parámetros hemodinámicos son normales, suspendió los sueros y sigue alimentándose con una dieta líquida”, dijo el vocero papal, Matteo Bruni, en un boletín difundido poco antes de las ocho de la noche de Roma.

En el parte del mediodía, el vocero papal, siempre citando a los médicos que atienden al Pontífice, había señalado que su estado “mejora progresivamente y el curso postoperatorio es normal”.

Bruni contó, además, que después de haber desayunado, el Papa había comenzado a movilizarse, por lo que había pasado gran parte de la mañana en un sillón, “algo que le permitió leer los periódicos y reanudar su trabajo”.

También por la tarde, al margen de dedicarse a la oración, el Santo Padre “realizó actividades laborales”, añadió Bruni, que precisó que, como en la víspera, recibió la eucaristía.

“El papa Francisco está conmovido por los numerosos mensajes que sigue recibiendo en estas horas”, reiteró, además, el director de la Sala de Prensa, que agradeció de su parte sobre todo a los niños internados en su mismo hospital, que le enviaron muy cálidos dibujos y mensajes. “A ellos, como al personal médico, a los enfermeros, a los operadores socio sanitarios y a los asistentes espirituales que cotidianamente tocan con mano el dolor, aliviando su peso, expresa su gratitud por la cercanía y la oración”, afirmó.

Desde su cuenta de Twitter, el propio Pontífice le agradeció a sus más de 18 millones de seguidores los buenos augurios y les pidió que sigan rezando por él.

La operación

Francisco, de 86 años, se internó el miércoles en el Gemelli para someterse a su segunda operación intestinal importante en dos años, luego de la intervención en la que se le extirpó parte del colon en 2021. La cirugía, programada, estuvo a cargo del profesor Sergio Alfieri, el mismo que hace dos años operó el colon del Papa, duró tres horas y transcurrió sin complicaciones.

Durante la cirugía, tal como se explicó, el equipo médico le retiró las cicatrices internas que amenazaban con provocar una oclusión intestinal. Luego, reparó la pared intestinal, colocando un red protésica, en una intervención considerada bastante simple y común en hombres mayores.

En una conferencia de prensa posterior a la intervención, que marcó un giro en la comunicación del Vaticano, Alfieri explicó que la cirugía era necesaria porque el Papa sufría de obstrucciones intestinales dolorosas que se presentaban con frecuencia. Aunque lo más importante fue que destacó que, tanto esta vez como en la anterior, lo que había tenido el exarzobispo de Buenos Aires eran patologías benignas.

“El Papa no tiene ninguna otra enfermedad”, aclaró el cirujano, despejando cualquier intento de fabricar “fake news” sobre presuntas dolencias malignas, como había ocurrido en julio de 2021, después de su operación de colon, ocasión usada por los sectores ultraconservadores, adversarios, para agitar el fantasma del cónclave.

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