En Bélgica piden que no se deje morir a los ancianos más débiles en hospitales

BRUSELAS.- Las cifras que develan el avance del coronavirus en Bélgica son aterradoras. Más de 1000 personas fallecieron en ese país de 11,4 millones de habitantes, donde la cantidad de muertos por la enfermedad se duplicó en tres días, además de los 15.348 contagiados, según el último balance de las autoridades sanitarias.

"El 93% de los fallecimientos son de personas de más de 65 años", indicó el doctor Emmanuel André, uno de los voceros y subrayó que hay una ocupación del 54% de las 2300 camas en cuidados intensivos en el país.

En este escenario, la Sociedad Belga de Gerontología y Geriatría pidió a los médicos de los geriátricos del país que las personas mayores y más débiles que contraigan el coronavirus fueran instados a morir en las residencias de ancianos en vez de ser hospitalizadas.

La recomendación contempla a los residentes a los que se considera que no podrán curarse de la enfermedad. Es decir, aquellos que sufren demencia y problemas físicos que les debilitan hasta tal punto que ya tenían un pronóstico previo de muerte de hasta un año.

"Son pacientes para quienes el tratamiento puede prolongar la vida, pero que ofrecen pocas posibilidades de recuperación", indicó la jefa del departamento de geriatría en Gante y profesora del hospital universitario de la misma ciudad, Neele Van Den Noortgate. "En los hospitales no hay nada más que podamos hacer por ellos que brindar buenos cuidados paliativos de los que también pueden beneficiarse en los geriátricos. Sería inhumano transportarlos al hospital para que murieran allí", añadió.

"Una buena atención también significa atreverse a darse cuenta de que las personas pasan de la vida a la muerte y asegurarse de que el proceso no se extienda innecesariamente", reflexionó.

Bélgica es uno de los tres únicos países europeos donde la eutanasia es legal, junto con Holanda y Luxemburgo. Es un país que está acostumbrado a acompañar a las personas moribundas hacia el final de la vida mediante la ayuda de los médicos.

Si los ancianos sin posibilidad de sobrevivir se quedan en las residencias también se reduce el riesgo de infección del personal sanitario y se evita sobrecargar los hospitales.

Agencia AFP y diario La Vanguardia