En un libro, el preanuncio de la decisión

ROMA.- Código de Derecho Canónico, canon 332, inciso 2: "Si el romano pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie".

El propio Benedicto XVI, en el libro-entrevista de 2010 Luz del mundo, del periodista alemán Peter Seewald, ya había abierto la puerta a una eventual dimisión.

"Cuando un papa tiene clara conciencia de que ya no está en condiciones físicas, mentales o espirituales de desempeñar el cargo que le han encomendado, entonces tiene el derecho y en algunas circunstancias, incluso, el deber de dimitir." Y agregó entonces: "A veces me preocupo y me pregunto si lograré a soportar el peso, incluso sólo desde el punto de vista físico".

Pero ése no era el momento adecuado, en pleno escándalo por los casos de pedofilia en el clero que el propio Benedicto XVI decidió enfrentar y combatir como nadie antes que él.

"Justo en momentos como éste hay que ser firme y aguantar. Se puede dimitir en momentos de serenidad, o cuando simplemente no se aguanta más."

Y así fue: Joseph Ratzinger no aguantó más. En la historia de la Iglesia, los antecedentes son escasísimos, y ninguno en la época moderna: Clemente I, el papa ponziano; Benedicto IX; Celestino V, y el último, Gregorio XII, en 1415.

Clase

Así, vuelven a la mente las palabras que el Pontífice dijo espontáneamente en su última clase a los seminaristas de Roma, el viernes pasado.

Sobre el pontificado de Pedro y el martirio: "San Pedro sabía que su fin sería el martirio, sería la cruz. Y así sería un seguidor pleno de Cristo. Yendo a Roma fue ciertamente rumbo al martirio: en Babilonia lo esperaba el martirio".

Durante estos años, Benedicto XVI vivió el martirio en carne propia. "El pontificado tiene un contenido de universalidad, pero también un contenido martirológico. Roma es, desde el principio, un lugar de martirio". Y ahora la Iglesia tendrá un "papa emérito", que continuará "sufriendo y orando". Porque "en el mundo de hoy", la barca de la Iglesia necesita un timonel en la plenitud de su fuerza, "tanto física como de ánimo".

El papa que desembarcó en Twitter

En diciembre lanzó su primer tuit en la cuenta @Pontifex

• "Acabo de lanzar News.va. ¡Alabado sea nuestro Señor Jesucristo! Con mis oraciones y bendiciones"
• "Confiemos siempre en el poder de la misericordia de Dios. su gracia renueva nuestra vida"

Traducción de Jaime Arrambide