En Uruguay, una campaña atípica con desafíos para el FA
El oficialismo sueña con otros cinco años, pero la gestión de Tabaré tiene baja aprobación; las primarias partidarias serán el 30 de junio
MONTEVIDEO.- El Frente Amplio (FA) de Uruguay, que llegó al poder por primera vez en los comicios de 2004 y logró la victoria en las dos siguientes elecciones, sueña con "el cuarto gobierno". Pero las primarias del 30 de junio y las presidenciales del 27 de octubre llegan en un mal momento para el oficialismo, con un bajo nivel de apoyo para el gobierno y una economía que no despega.
Es una elección histórica y Uruguay decidirá si sigue por el camino de la izquierda o cambia de rumbo.
Este fin de semana comenzó el plazo legal para la campaña. Pero también se conoció la última encuesta sobre evaluación de gestión presidencial y según la consultora Cifra solo el 28% de los uruguayos aprueban la gestión del presidente Tabaré Vázquez, mientras que el 55% la desaprueban y el 17%, ni una cosa ni la otra. Eso coincide con mediciones de otras encuestadoras.
Además, la economía uruguaya frenó su crecimiento e incluso los dos últimos reportes de PBI trimestral insinúan cierta baja.
La producción industrial siguió en baja en el primer trimestre (2,4% en general y 4,7% si no se computan las plantas de celulosa y una tercera fábrica en zona franca).
El comercio viene con baja de ventas no solo por la caída del turismo y la desocupación, que había bajado a 5%, subió y llegó en marzo a 9,5%.
Pero, además, desde hace más de 10 años el principal problema que marcan los uruguayos es la inseguridad. En 2018 se había dado el récord histórico de hurtos y rapiñas, y, aunque el gobierno no ha dado datos de 2019, LA NACION pudo obtener registros que muestran que el período enero-abril muestra un repunte de delitos, superando los del año pasado.
La última encuesta nacional de Equipos para los comicios de octubre arrojó paridad entre el FA (32%) y el Partido Nacional (33%), pero los blancos tienen principio de acuerdo con los colorados (14%) para una eventual segunda vuelta. Los indecisos llegan al 10% del electorado.
Para las primarias, que son de voto voluntario, el FA presenta cuatro candidatos: el exintendente de Montevideo Daniel Martínez (Partido Socialista, corrientes socialdemócratas y otros grupos más corridos a la izquierda); la exministra de Industria Carolina Cosse (respaldada por el grupo de José Mujica); el sindicalista Oscar Andrade (Partido Comunista), y el expresidente del Banco Central Mario Bergara.
Por el Partido Nacional se postulan los líderes de las dos corrientes internas históricas de los blancos: los senadores Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga, y la sorpresa fue un agente de inversiones que no vivió en el país y nunca votó en una elección, pero desembarcó a fin de 2018 con un proyecto propio.
Juan Sartori logró una popularidad alta en pocos meses, mediante una masiva campaña publicitaria en medios y redes, y con agrupaciones que convocan a los actos ofreciendo paseos y comida gratis, y que piden voluntarios con sorteos de electrodomésticos. Sartori es yerno del multimillonario ruso Dimitri Rybolovlev, presidente del club Mónaco.
En el Partido Colorado, los precandidatos son el dos veces presidente Julio María Sanguinetti (1985-90 y 1995-2000); el economista Ernesto Talvi, y el senador José Amorín Batlle, familiar del expresidente Jorge Batlle.
Además, hay una decena de partidos que se presentan en la interna para elegir convención, pero que ya tienen candidato único, entre los que están el Partido Independiente (de centroizquierda), que ya tiene representación en las dos cámaras, y la Unidad Popular, izquierda escindida del FA.
La sorpresa es el nuevo partido, Cabildo Abierto, liderado por el general Guido Manini Ríos, que fue el jefe del Ejército hasta marzo, cuando Tabaré decidió echarlo por entender que había protegido a torturadores de la dictadura.
El politólogo Ignacio Zuasnabar (Equipos) prevé que habrá baja participación en las internas. En el FA, observa que "Martínez tiene una ventaja amplia, aunque eso podría reducirse si la interna tuviera baja participación, porque en los segmentos más militantes Cosse tiene una base de apoyo fuerte", por el respaldo del grupo de Mujica.
Sobre los colorados, considera que "Sanguinetti, de 83 años, lidera con comodidad, pero Talvi está creciendo y tiene particular aceptación en el público más interesado en política y de mayor nivel educativo, que tiende a concurrir en mayor medida en elecciones no obligatorias".
Sobre los blancos, Zuasnabar sostiene que "Lacalle Pou ha liderado las encuestas en toda la campaña", y que su histórico desafiante Larrañaga "se ha mantenido estable", con una cuarta parte del partido, pero advierte sobre el caso de Sartori, por su rápido crecimiento, con el que "ha penetrado en segmentos de la población que no son interesados ni militantes en política".