Ganó Santos: Colombia apostó por el diálogo de paz

BOGOTÁ.- Juan Manuel Santos no pensó que le costaría tanto, pero finalmente lo logró. En una de las elecciones más reñidas de la historia, los colombianos votaron ayer por continuar con el diálogo de paz con la guerrilla de las FARC al darle un segundo mandato al presidente.

Finalmente, la victoria de Santos frente a Oscar Iván Zuluaga, el delfín de Álvaro Uribe, fue superior a la prevista: 50,9 a 45%. Así, Uribe, el político más popular de Colombia, se convirtió en el gran perdedor de la votación.

"Éstas han sido unas elecciones distintas: lo que estaba en juego no era el nombre de un candidato, sino el rumbo del país. Colombianos de muchas orientaciones, incluso que no simpatizaban con mi gobierno, se movilizaron con una causa, que es la causa de la paz ", dijo Santos, exultante.

En un país polarizado, ganó la propuesta de Santos, que desde hace un año y medio negocia la paz con la guerrilla para poner fin a un conflicto armado que ya ha dejado 220.000 muertos. La mayoría de los colombianos le dijo "no" a la "paz con condiciones" de Zuluaga, partidario de la mano dura contra las FARC. Fue, así, un "no" para Uribe, impedido a presentarse por un tercer mandato.

"Paz, paz, queremos paz", gritaban miles de simpatizantes de Santos en la sede de su campaña en el norte de Bogotá, donde sonaban las vuvuzelas y la alegría era manifiesta. "Sí se pudo", era la consigna que repetían sus partidarios mientras levantaban las manos mostrando escrita la palabra "paz". Mientras tanto, en la tarima del búnker, un grupo de chicos vestidos de blanco sostenía palomas de papel.

"El mensaje es para las FARC y el ELN [la segunda guerrilla más importante del país]: éste es el fin y hay que llegar a él con seriedad y decisión. Éste es el fin de 50 años de violencia y es el comienzo de una nueva Colombia", dijo Santos, que prometió más justicia social para los próximos cuatro años.

El presidente también hizo referencia al partido de anteayer de la selección nacional que venció a Grecia en el Mundial de fútbol y dijo que era una demostración de que había que jugar en equipo. Contra todos los pronósticos, el Mundial no les jugó en contra a los comicios, ya que el abstencionismo bajó del 60% en la primera vuelta del 25 de mayo al 53% en esta elección. En las calles de Bogotá, el fervor por la goleada de la selección contra Grecia seguía vivo. Los negocios no habían descolgado las banderas tricolor e incluso muchos colombianos fueron a votar sonrientes con la camiseta amarilla.

Por el contrario, en el búnker zuluaguista, todo era tristeza. A los seguidores de "el Zorro", como se bautizó al candidato en la campaña, les costó aceptar la amargura de derrota luego de haber ganado en la primera vuelta. "Fraude, fraude", gritaban incrédulos luego de que se anunciaron lo resultados en tiempo récord, una hora después de que se cerraron las urnas, a las 16.

Pero, a diferencia de sus seguidores, Zuluaga, calmado y conciliador, felicitó al presidente y no hizo referencia al supuesto fraude político por parte de la campaña de Santos, que había denunciado Uribe el día anterior. "Hemos dado una batalla llena de ideas y de propuestas y de ilusión por Colombia, una batalla enfrentando todo tipo de obstáculos, enfrentando una maquinaria estatal que tiene todo a su favor’’, dijo Zuluaga. Recuperado de su faringitis, agradeció a Uribe por "su lealtad y por haber colaborado con la campaña como si fuera suya".

El ex presidente fue un actor protagónico de la contienda presidencial. Durante los cuatro meses de campaña, no se cansó de hacer denuncias, la mayoría sin pruebas, contra Santos. Según los analistas, su alto nivel de confrontación le jugó en contra.

Pero además del voto antiuribista y a favor de la paz, hubo otro factores clave que permitieron la victoria de Santos, como las alianzas políticas y el giro al interior de la campaña.

La alianza con Clara López, del izquierdista Polo Democrático y con otros partidos socialistas, le permitió a Santos reconquistar Bogotá, un botín clave con cinco millones de electores, que había perdido en la primera vuelta. También fueron decisivos los votos que logró el presidente en la costa, gracias a los caciques electorales santistas que salieron a buscar los votos. "Santos no ganó, ganaron el antiuribismo, la izquierda y los votos de la costa. El problema es que ahora ejercerá la presidencia alrededor de una difícil coalición sobre el proceso de paz", explicó a LA NACION el analista político Francisco Miranda.

Los cambios de estrategia en la campaña, tras la derrota en la primera vuelta, también surtieron efecto. El ex presidente César Gaviria tomó las riendas de la estrategia y asumió el liderazgo como jefe de debate y varios funcionarios del gobierno renunciaron a sus puestos para salir a buscar votos.

Otras promesas típicas de campaña también fueron efectivas. Una semana antes de las elecciones, Santos anunció el inicio de las conversaciones exploratorias de paz con el ELN, la eliminación del servicio militar obligatorio en el posconflicto y la recuperación de las horas extras para los trabajadores.

Santos tiene cuatro años más para cumplir sus promesas y atender, además del proceso de paz, a los problemas que aquejan a los colombianos, como el desempleo, la inseguridad y el grave estado del sistema de salud y educación.

Su caballito de batalla seguirá siendo la paz, pero ahora debe enfrentar la parte más difícil, que es llevarla a cabo. Según sus promesas, se firmará a fin de año. Pero varias veces el presidente falló en sus cálculos y, de hecho, nunca pensó que la paz iba a ser el eje de su campaña y generar este nivel de polarización entre los colombianos.

Ayer, las urnas cerraron temprano y el barrio de La Candelaria, en el centro de la ciudad, estaba prácticamente desierto. No había movimiento, la excepción eran las banderas tricolor de los negocios que flameaban con el viento. Fueron colocadas por el partido de la selección, pero seguían allí, honrando unos comicios que se celebraron en paz.

Del editor: qué significa.