Incidentes en Francia y Turquía en un agitado Día del Trabajador alrededor del mundo
En París, un grupo de encapuchados atacó a la policía con bombas molotov; el gobierno de Erdogan detuvo a 200 manifestantes
LONDRES.- Manifestantes de buena parte de los países del mundo salieron ayer a las calles de sus ciudades para conmemorar con marchas el Día Internacional del Trabajador. La jornada tuvo, a pesar de las celebraciones, algunos puntos de fricción.
En la capital de Francia, París, un grupo de manifestantes encapuchados arrojó bombas incendiarias y artefactos caseros contra la policía. Dos agentes resultaron heridos con quemaduras graves y otros dos sufrieron lesiones. La televisión mostró a miembros de la policía cuando luchaban por apagar las llamas de sus equipos antidisturbios al tiempo que nubes de gas lacrimógeno envolvían las calles alrededor del monumento a la Bastilla. Los enfrentamientos opacaron el intercambio de ataques verbales entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, que realizaban ayer sus propios actos políticos, con vistas al ballottage presidencial que se realizará el próximo domingo.
En Turquía, por su parte, la policía atacó con gases lacrimógenos y balas de goma a manifestantes que protestaban contra las políticas del presidente Recep Tayyip Erdogan. Los sindicatos turcos habían anunciado que no intentarían llegar a la plaza Taksim, tradicional punto de encuentro de las protestas antigubernamentales, que no fue habilitada para la marcha. Decenas de personas que buscaron llegar de todos modos al lugar fueron rodeadas por la policía y, según las fuerzas de seguridad, se produjeron al menos 200 detenciones.
Un pequeño grupo de manifestantes se enfrentó con la policía en Turín, en el noroeste de Italia, cuando intentaba atravesar una barrera de contención colocada por los agentes para impedirle el paso.
El vocero del Partido de los Trabajadores de Bélgica fue apuñalado en una pierna durante una marcha en Lieja.
Fuera del continente europeo, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, debió abandonar de forma precipitada una concentración en la que tenía previsto hablar después de que los trabajadores lo abuchearon y estallaron peleas entre sus seguidores y opositores.
En Cuba, el presidente Raúl Castro debió observar, junto con otros líderes militares, civiles y dignatarios extranjeros, cómo un hombre ondeando una bandera de Estados Unidos sobre su cabeza se introdujo por unos segundos en la marcha oficial por el Día del Trabajador. El hombre fue finalmente arrestado, aunque la prensa cubana nada informó al respecto. El incidente representa, no obstante, una sorprendente brecha de seguridad en la mayor concentración política que se produce anualmente en Cuba.
En Estados Unidos, inmigrantes y sindicalistas marcharon el lunes hacia la Casa Blanca. Además de Washington, hubo manifestaciones en urbes como Nueva York, Chicago, Seattle y Los Angeles, para protestar contra la política de deportaciones del presidente Donald Trump.
"Vamos a decirle al presidente que no aceptaremos su muro, su prohibición ni su persecución de inmigrantes", dijo el presidente de CASA in Action, una asociación que defiende a trabajadores e inmigrantes, Gustavo Torres, refiriéndose al muro que Trump desea construir a lo largo de la frontera con México y a su orden ejecutiva para prohibir el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de seis países musulmanes.
Aunque en Estados Unidos, el Día del Trabajador, a diferencia de lo que ocurre en casi todo el resto del mundo, se celebra en otra fecha (el primer lunes de septiembre), la jornada se ha convertido en una fecha simbólica en Estados Unidos para los inmigrantes desde las multitudinarias protestas de 2006 contra una propuesta de ley sobre inmigración.
En muchos lugares, los activistas pidieron a la gente que no acudiera a sus empleos y no comprara en los comercios, para mostrar la importancia de la inmigración en Estados Unidos.
En Rusia hubo dos marchas en honor al Día del Trabajador, ambas impregnadas de una fuerte nostalgia por la desaparecida URSS.
En una de esas marchas, una multitud de 130.000 personas desfiló por la Plaza Roja de Moscú, donde solía celebrarse el Día del Trabajador en la era soviética. La tradición fue reeditada en 2014 por Vladimir Putin, tras la anexión de Crimea, en uno de sus esfuerzos para impulsar el patriotismo nacionalista en el país.
La segunda marcha fue encabezada por los comunistas, que a lo largo de los años han tratado de mantener viva la tradición de conmemorar el 1° de Mayo. Esa marcha se hizo en la periferia de la Plaza Roja y contó con la participación de miles de personas. Muchas llevaban las banderas rojas con la hoz y el martillo, pero, a diferencia de ocasiones anteriores, no había retratos de Lenin ni de Stalin.
Tres focos de tensión
- En París, un grupo de manifestantes encapuchados atacó a la policía en cercanías de la Bastilla. Hubo dos agentes gravemente heridos y diversos desmanes.
- El gobierno de Erdogan había prohibido en Turquía que las marchas por el Día del Trabajador llegaran hasta una de las plazas principales de Estambul. La policía detuvo a dos centenares de personas debido a las protestas.
- En Washington y otras ciudades de Estados Unidos, manifestaron, entre otros, numerosos grupos de inmigrantes que rechazan la política de deportaciones y prohibición de ingreso de Donald Trump.
Agencia Reuters y AP
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