Italia: juró el nuevo gobierno de emergencia y comenzó la era de Mario Draghi

ROMA.- Exactamente un mes después de que se desencadenara, el 13 de enero pasado, la crisis más “pazza” (loca) del mundo -cuando el expremier Matteo Renzi hizo saltar por el aire la coalición de Giuseppe Conte-, finalmente asumió hoy el nuevo gobierno de emergencia y “alto perfil” del prestigioso economista y expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Será el 67 gobierno que tiene Italia en casi 75 años

En una ceremonia en el Palacio del Quirinal, sede de la presidencia, marcada por distanciamiento y barbijos, Draghi y sus 23 ministros -15 hombres y 8 mujeres (menos de las esperadas) y 15 políticos y 8 técnicos- juraron ante el presidente, Sergio Mattarella.

En medio de inmensa expectativa, el nuevo gobierno deberá someterse la semana que viene a un voto de confianza en el Parlamento, como prevé la praxis constitucional. Entonces Draghi, de 73 años y de inmensa credibilidad nacional e internacional, que logró sumar a todas las grandes fuerzas políticas, dará a conocer su agenda, cuya prioridad serán la crisis sanitaria causada por el coronavirus y el plan de vacunación en curso y el Recovery Fund, es decir, la elaboración del plan para usar el fondo extraordinario de 209.000 millones de euros prometidos por la Unión Europea (EU) a Italia para la reconstrucción pospandemia.

El Recovery Fund fue, justamente, la causa lejana de la crisis política, porque Renzi pensaba que el plan elaborado por Conte era pésimo y desaprovechaba una ocasión única para Italia  de recuperarse, modernizarse y elaborar reformas estructurales siempre postergadas. Draghi decidió que serán técnicos de su confianza quienes tendrán en sus manos la delicadísima tarea de reescribir este plan, que debe ser presentado a la UE en tiempos breves. Se trata de nuevos ministros que puso en tres puestos clave: el de Economía, Daniele Franco,  brazo derecho de Draghi; el de Innovación tecnológica y transición digital, Vittorio Coalo, ex CEO de Vodafone; y el físico Roberto Cingolani, al frente del nuevo ministerio de Transición ecológica. Esta cartera había sido exigida por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E) para subirse al nuevo ejecutivo. Pero Draghi no se la concedió, algo que indignó a los “grillini” –por el fundador del M5E, el cómico Beppe Grillo-, que representan la mayor fuerza del Parlamento y que se encuentran totalmente divididos y en ebullición.

Lo cierto es que, demostrando dotes de gran equilibrista, salvo el esencial, de Economía, Draghi reconfirmó  a varios ministros clave del gobierno saliente de Conte, como de Interior, Exteriores, Salud, Defensa y Cultura. Y puso a técnicos de alto perfil en la cartera de Justicia, con Marta Cartabia, y Educación, con el economista y exrector universiatio Patrizio Bianchi.

Alianzas

La derechista y xenófoba Liga, de Matteo Salvini, que hasta ahora estuvo en la oposición, logró en el nuevo equipo un puesto estratégico con el economista Giancarlo Giorgetti, un moderado que juró como nuevo ministro de Desarrollo Económico. Según analistas, se trata una decisión importante para el perfil en evolución post-soberanista del partido de Salvini, que también obtuvo la cartera de Turismo e Invalidez. Forza Italia, el partido del expremier Silvio Berlusconi, que estaba casi desapareciendo, al incorporarse al nuevo gobierno de emergencia de Draghi también cosechó tres carteras sin portafolio (Administración Pública, Asuntos Generales y autonomías, Sur y cohesión territorial).

Italia Viva, el pequeño partido de Renzi, artífice de esta revolución, obtuvo un ministerio sin portafolio, con Elena Bonetti que volvió a estar al frente de Igualdad de Oportunidades y Familia: “un equipo de alto nivel, con algunos ingresos de extraordinario valor”, exultó el senador florentino, por Twitter.

Lo cierto es que estas decisiones de Draghi no dejaron totalmente satisfechos a los partidos. Sobre todo el M5E quedó muy disconforme, tanto es así que hay unos 30 parlamentarios, que se manifestaron “humillados” y “asfaltados”, que podrían pasar a la oposición. El Partido Democrático, de centroizquierda, aunque con presencia importante, en tanto, deberá adaptarse a la convivencia con la centroderecha.

Draghi, que presidió su primer consejo de ministros, confirmó con la formación de su equipo su personalidad pragmática, parca e independiente. A la hora del cambio de guardia y de la tradicional y simbólica ceremonia de traspaso de poder –que se hace con una campanita-, quedó clara la diferencia de estilo con su antecesor, Conte, el “abogado del pueblo”, de 56 años, que apareció bastante emocionado. Y más aún lo estuvo cuando, al abandonar Palacio Chigi, sede del gobierno, fue despedido no sólo con un piquete de honor, sino, sobre todo, con un larguísimo y emotivo aplauso de los funcionarios presentes, algunos asomados desde las ventanas que dan al patio. Fue una imagen sin precedente, que dejó claro que Conte, que estuvo al frente del país en un momento dramático por la pandemia, se fue con la popularidad intacta. Y que podría volver en el futuro.