La epidemia suma incertidumbre a la economía brasileña y el dólar se dispara
RÍO DE JANEIRO.- El mercado reflejó ayer un escenario de creciente incertidumbre ynerviosismo después de la oficialización del crecimiento de 1,1% del PBI en 2019, más tímido al esperado, mientras el brote de coronavirus se expande y se suma al cóctel de incertidumbre.
Brasil confirmó ayer cinco casos más de contagio y llegaron a ocho, que alcanzan a los estados de Río de Janeiro y Espírito Santo, además de San Pablo, que hasta ayer concentraba a todos los contagiados.
El real siguió su depreciación respecto del dólar por duodécimo día consecutivo y la moneda estadounidense cerró a 4,65, tras haber alcanzado un valor nominal récord de 4,66 reales. La suba del dólar se produjo pese a la intervención del Banco Central, que intentó contenerlo inyectando 3000 millones de dólares. El índice Bovespa, principal indicador de la Bolsa de San Pablo, cayó 4,65%, en un día negativo para las bolsas en todo el mundo.
En Brasil crece la preocupación por la performance que la mayor economía de América Latina tendrá este año, posiblemente afectada por el nuevo coronavirus y, ahora, por un envión más pequeño de su PBI. "Hubo un cambio de expectativa", sintetizó Gilberto Braga, profesor del Ibmec y analista financiero.
Tras dos días de la oficialización del magro avance de la economía en 2019, el secretario del Tesoro, Mansueto Almeida, reconoció "enormes" dificultades en la economía brasileña.
Almeida mostró una tesitura diferente a la que había exhibido Paulo Guedes, ministro de Economía, que anteayer había intentado aquietar las aguas al afirmar que el dato de 2019 no impactará en el crecimiento de este año. El jefe del Tesoro alentó a continuar con la agenda de reformas económicas para mejorar la productividad y admitió que la economía es, hoy por hoy, la principal fuente de frustración en varios segmentos sociales de Brasil.
Aunque positivo, el crecimiento del año pasado oficializado anteayer por el Instituto de Geografía Brasileño exhibe un dato desalentador: el crecimiento se desaceleró en el último trimestre de 2019.
La suba del PBI en 2019, calificado como "pibinho" por internautas y parte de la prensa brasileña, fue también menor al de los dos años anteriores, mostrando la marcha lenta de la economía tras la peor recesión de su historia entre 2015 y 2016.
Analistas consultados por LA NACION admitieron preocupación, al reconocer que la economía de Brasil puede caminar hacia un tropiezo, lejos de las expectativas gubernamentales de crecer a un 2,4% y tal vez hacia un nivel más parecido al de 2019. "El gobierno todavía no señalizó que esté para pacificar el país, disminuir las incertidumbres y conducir a los empresarios a invertir y contratar personas", sostuvo Fernando Ribero Leite, profesor del Insper de San Pablo.
Leite dijo que es "difícil" alcanzar la meta de 2% para este año, delante del nuevo cuadro conformado en parte por el coronavirus. En tanto, señaló que, pese a que el gobierno consiga avanzar con reformas más profundas en la economía, las primeras semanas mostraron señales de fricción del presidente Bolsonaro con las cámaras que entorpecen el ambiente de negocios.
Bolsonaro se escudó en un imitador y evitó referirse al dato económico el miércoles cuando se encontró con periodistas en Brasilia que le preguntaron al respecto.
Guedes, por su parte, dijo anteayer que no vio "ninguna sorpresa", aunque el año pasado había dicho que esperaba 1,5% de expansión.
El ministro apenas aclaró que el coronavirus puede "entorpecer un poco" el crecimiento este año, pero confió que en 2020 el PBI se expandirá encima de 2% si el Congreso apruebas las reformas tributaria y administrativa.
Haciéndose eco de un escenario más desfavorable, el sector privado comenzó a revisar las expectativas para este año. El poderoso banco norteamericano Goldman Sachs recortó el martes el pronóstico de crecimiento de Brasil a 1,5%, influenciado principalmente por el impacto del coronavirus.
El secretario de Política Económica, Adolfo Sachsida, anticipó al diario Estado de S. Paulo que el gobierno recortará la previsión de crecimiento de 2,4%, pero a un guarismo no inferior a 2%, debido al impacto del coronavirus y la caída en el precio de las commodities.
El calendario de 2020, con elecciones municipales, impone un desafío adicional a los objetivos del gobierno, que es consciente de que debe redoblar los esfuerzos en las próximas 15 semanas, hasta junio, previo al inicio del calendario electoral, cuando el Congreso quedará virtualmente parado.
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