Decapitaciones en una cárcel generan conmoción en Brasil
La presidenta Dilma Rousseff convocó hoy a una reunión de emergencia para analizar el conflicto en las prisiones del estado de Maranhão, al noroeste del país
MARANHAO, Brasil- Hoy el gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff convocó a una reunión de emergencia para analizar la crisis en las prisiones del estado de Maranhão, (al noroeste), en el complejo penitenciario de Pedrinhas, el más grande de esta localidad. Presos filmaron la decapitación de otros reclusos. Algunos fueron acuchillados y después decapitados.
La población está aterrorizada ante esos ataques perpetrados por células que responden a una organización comandada desde el interior de las cárceles.
Rousseff, que hoy trabajó en el Palacio del Planalto tras el fin de sus vacaciones veraniegas, observa con preocupación la evolución de los hechos en el estado de Maranhão y sus asesores la mantienen informada permanentemente, según reportó el sitio del diario Valor.
El registro de las decapitaciones fue realizado por ellos mismos y obtenido por miembros del servicios penitenciario, que lo enviaron al matutino de San Pablo. El periódico publicó el vídeo que muestra tres cuerpos sin cabeza dentro de la prisión. En el periodo de un año, 62 detenidos murieron en aquel Estado.
Antecedentes
Lo que sucede en Maranhão no es una novedad en el Brasil. El mismo complejo penitenciario de Pedrinhas ya enfrentó una rebelión en 2010 en la cual quedó evidente la situación
A fines del año pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), pidió una solución para acabar con los problemas de sobrepoblación, malos tratos e insalubridad en Pedrinhas, donde 4.591 detenidos ocupan el espacio destinado a 1.984 personas.
El contagio de la crisis a las calles ocurrió también en São Luís, la capital de Maranhão, en el fin de semana, cuando varios criminales recibieron órdenes de líderes de bandas que están presos para atacar comisarías e incendiar buses. Los ataques causaron la muerte de una niña de seis años de edad e hirieron a otras cuatro personas.