Las revelaciones de un juez de la Corte exiliado presionan a Maduro
Dos días antes de una nueva toma de posesión, Zerpa denunció desde EE.UU. las irregularidades electorales del chavismo y dijo que la disidencia "se paga con la cárcel"
CARACAS.- Un terremoto sacude el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en vísperas de que Nicolás Maduro tome posesión de su segundo mandato presidencial en su sede principal de Caracas .
La fuga del magistrado Christian Tyrone Zerpa a Estados Unidos y su avalancha de denuncias contra "un gobierno dictatorial" conforman un nuevo golpe para el chavismo, que deja al descubierto irregularidades electorales, corrupción sin freno y los abusivos mecanismos de control político de su cúpula revolucionaria.
"He decidido, juntamente con mi familia, salir de Venezuela para desconocer de una u otra forma al gobierno de Maduro, quien pretende juramentarse ante el TSJ. El presidente no se merece una segunda oportunidad porque la elección de la que supuestamente salió electo no fue una elección libre ni competitiva. Las garantías que se requieren no estuvieron presentes en las elecciones de mayo", reveló en sus declaraciones ante la prensa en Florida, Estados Unidos.
"No tiene ningún sentido seguir ratificando y avalando con nuestro apoyo a un gobierno que ha traído hambre, miseria y destrucción a nuestro país... Maduro es un incompetente, el país está en ruinas", criticó el magistrado, antiguo diputado del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien supo de su nombramiento para el Tribunal Supremo en 2015 a través de una llamada de Cilia Flores, primera combatiente revolucionaria y mujer de Nicolás Maduro.
El ya exjuez del tribunal no dudó en afirmar que si se hubiera manifestado así en Venezuela ahora se encontraría preso. "La disidencia se paga con la cárcel", se lamentó Zerpa. "No hay independencia de poderes, el TSJ es un apéndice del Ejecutivo. Cada vez que había que tomar una sentencia relevante política, electoral o constitucional, hay un nivel de coordinación para que la decisión que se tome sea favorable al gobierno", subrayó el magistrado, quien ha formado parte de la Sala Electoral de la máxima instancia judicial del país durante tres años.
Zerpa habla a sabiendas. Desde su sala judicial, y solo cinco días después de tomar posesión de su cargo en diciembre de 2015, se gestó el caso Amazonas, que dio base al chavismo para decretar posteriormente el "desacato" contra el Parlamento. Fue la excusa política, sin base constitucional ni jurídica, para arrebatarle a la Asamblea Nacional recientemente elegida sus poderes legislativos. Ni una sola ley, comenzando por la de amnistía aprobada en 2016, se ha puesto en marcha por el bloqueo gubernamental del poder público.
"Estamos en presencia de una autocracia que ha condenado a muerte a muchos", destacó el fugado, decidido a no seguir "lavando la cara al régimen".
La respuesta desde Caracas, siguiendo el guion habitual, no se hizo esperar. "Huyó del país al ser investigado por acoso sexual, activos lascivos y violencia psicológica", aseguró Maikel Moreno, presidente del TSJ. En esta ocasión el magistrado fugado se defendió ipso facto: "Es falso de toda falsedad. El malandro [delincuente] de Moreno obliga a mis compañeros magistrados a caer en eso".
El exilio de Zerpa sucede precisamente cuando Maduro se dispone a juramentarse el próximo jueves ante el TSJ eludiendo su obligada presencia ante la Asamblea Nacional, tal y como dicta la Constitución. El desacato impuesto por el chavismo no tiene ninguna base, recordó de nuevo uno de los magistrados que firmó la sentencia que arrebató al Parlamento la mayoría de dos terceras partes, con la cual los diputados de la Unidad Democrática hubieran forzado la proclamación de un proceso constituyente.