Macron anuncia un aumento del salario mínimo para frenar las protestas: "No puedo menospreciar su cólera"

"Esta indignación es compartida por muchos. No puedo menospreciar su cólera. El aumento de la tasa sobre el combustible ha sido anulada, pero son necesarias medidas profundas. La ira es justa, en cierto sentido".

Con esas palabras, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció una serie de reformas como respuesta a la oleada de protestas de los "chalecos amarillos".

El gobierno francés dispondrá un aumento del salario mínimo, que las horas extras no sean gravadas con impuestos o cargas sociales y un recorte de los gravámenes para los jubilados.

En un mensaje televisado al país declaró "una emergencia económica y social" tras un mes de protestas, aunque se negó a restablecer un impuesto a la riqueza, una de las exigencias de los manifestantes.

"Veo un estado de emergencia social y económico de Francia. Saldremos bien todos juntos. No podemos seguir divididos. Atravesando esta crisis, reconciliaremos a los franceses", sostuvo el mandatario.

Macron habló con un tono tranquilo y en todo momento intentó mostrarse comprensivo con la ira que creció en las calles y rutas de Francia en el último mes con las protestas.

No obstante, dejó en claro que "la violencia es inaceptable".

"Seremos intransigentes con los violentos. (...) Cuando la violencia se desencadena, la libertad cesa", expresó el mandatario, que el sábado a la noche felicitó a los miles de policías que reprimieron las protestas, que terminaron otra vez con ataques violentos, saqueos y una escena generalizada de caos.

Las medidas

Las medidas serán presentadas mañana por el primer ministro al Parlamento. "Responderemos a la urgencia económica y social con medidas sólidas, reduciendo los impuestos más rápidamente, manteniendo nuestros gastos bajo control, pero no con un giro en U", sostuvo Macron en un discurso inusualmente corto, de 13 minutos.

El mandatario anunció que el salario mensual mínimo aumentará 100 euros desde 2019 "sin costo para los empleadores". Aunque no informó los detalles, se cree que se dispondrá algún tipo de subsidio estatal.

Además, Macron adelantó una propuesta para que las horas extras no sean gravadas desde el año próximo. Las horas extras son claves para el bolsillo de los trabajadores franceses ya que son la herramienta institucionalizada que usaron los sucesivos gobiernos de las últimas décadas para esquivar el sistema de las 25 horas laborales por semana que impuso un gobierno sociales en el año 2000.

Macron, quien por primera asume el protagonismo de la respuesta estatal a las masivas protestas del movimiento de los "chalecos amarillos", también le pidió a los empresarios que ayuden en estos momentos de convulsión social y que den un bono de fin de año a sus empleados, que no será gravado con impuestos ni con cargas sociales.

Y anunció que se suspenderá el aumento de la CSG durante 2019 a los jubilados que cobren menos de 2000 euros por mes.

"Queremos una Francia donde se pueda vivir dignamente del trabajo. Le pido al gobierno y al Parlamento que hagan lo necesario para ello", aseguró Macron, quien posee una amplia mayoría en el Parlamento. Por eso ha podido aprobar todas sus reformas, aún las que fueron resistidas con vehemente por cientos de miles de manifestantes y de los principales sindicatos del país en las calles.

A lo largo del último mes, muchos de los manifestantes con chalecos amarillos señalaron a estas reformas como las responsables del aumento del costo de vida en Francia y del crecimiento del malestar social.