Mallorca: desesperada búsqueda de un chico de cinco años cuya madre murió en el temporal

MADRID.- Cinco días después de la brutal tormenta en las Islas Baleares, el drama sigue. Más de mil voluntarios centralizan sus esfuerzos en la búsqueda de un pequeño de cinco años, arrastrado por la correntada que generaron las fuertes lluvias.

Otros colaboraron con la tarea de remover el barro y las montañas de desperdicios que se acumularon en zonas urbanas a partir del meteoro.

"Nuestra principal preocupación es encontrar al pequeño David", dijeron autoridades de la isla.

David, de cinco años, viajaba en auto junto con su hermana y su madre, una farmacéutica de 40 años llamada Joana Lliteras. Circulaban por la localidad de Sant Llorentc, el epicentro del desastre en la isla, cuando fueron sorprendidos por la correntada. Todo fue muy rápido. Al igual que numerosos vecinos del lugar, en un principio la mujer no captó la gravedad de lo que ocurría.

Incluso, llegó a llamar por teléfono a su marido, que en ese momento estaba en Londres, en un viaje de negocios, y le explicó que estaba en un atasco de tránsito. Pero no llegó a transmitir gravedad.

Pocos minutos después, el auto fue arrastrado por la corriente. Ella llegó a sacar a la niña, que quedó flotando en el agua, hasta que la rescató un ciclista alemán. La mujer murió ahogada y el pequeño David todavía es buscado por los socorristas. Hasta ahora, solo dieron con su mochila.

Doce personas murieron por el temporal. Algunas de ellas, ahogadas en sus propias casas, de las que no pudieron salir.

La brutal tormenta se desató en la tarde del martes pasado. Cayeron en pocas horas lo que llueve en ocho meses.

El torrente de tres cerros

El agua se concentró como en un embudo en los tres cerros que rodean Sant Llorenc. Buscó llegar al mar y lo hizo a través del poblado, que fue el más afectado por el drama.

El gobierno español dispuso ayudas financieras especiales para los afectados. El presidente Pedro Sánchez, al igual que líderes de oposición, viajaron especialmente al lugar. También el rey Felipe VI y su mujer, la consorte Letizia.

Numerosas viviendas quedaron destruidas. Hacía al menos tres décadas que no se registraba una tormenta de esa intensidad en Mallorca.

La ola solidaria fue inmediata; al extremo de que las autoridades de la isla pidieron que no se trasladen más voluntarios. Ya hay más de un millar y no hay tanta capacidad para organizar la tarea.