Nueva Zelanda: Jacinda Ardern pide a los ciudadanos exponer a los amigos y familiares que rompan las restricciones

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, sabe que romper las reglas puede costar caro. Por lo tanto, la mandataria decretó un confinamiento de siete días a partir del domingo en Auckland, luego de que un ciudadano infectado con la nueva variante británica del coronavirus violara el aislamiento. Y el lunes fue más allá, y en una conferencia de prensa instó a los ciudadanos a “poner en evidencia” a aquellos amigos y familiares que no respeten las medidas decretadas por el gobierno para frenar la transmisión del virus.

Durante la conferencia, Ardern se mostró frustrada con aquellos que quiebran las normas. “Esos individuos será juzgados por toda la nación”, ha dicho.

“No es apropiado y no está bien que miembros del equipo de cinco millones defrauden al resto”, siguió.

Según Ardern, el éxito del país en frenar el avance de la pandemia se ha basado en altos niveles de acatamiento y baja tolerancia hacia los rebeldes. Pero indicó que el gobierno no puede trabajar solo y pidió la colaboración de todos para exponer “con amabilidad” a los que no respeten las restricciones.

“Las familias y las comunidades tienen que ayudar a las personas a hacer lo correcto. En una escala pequeña, esto significa ofrecer una máscara a alguien en el transporte público si ve que no lleva una puesta. Pero en una escala mayor, es decirle a un miembro de la familia que debería estar aislado, ‘no salgas’. O decirle a un colega que va al trabajo cuando debería estar aislado, ‘vete a casa’”, indicó la primera ministra.

Ardern ya había prometido acción policial sobre las infracciones de las reglas sobre el autoaislamiento antes de decretar el sábado el nuevo cierre, que comenzó el día siguiente, según informó Reuters.

El confinamiento en Auckland de nivel tres se decretó tras un nuevo contagio local de una persona que fue a hacerse una prueba para detectar el virus y que horas más tarde acudió al gimnasio y otros lugares públicos con gran afluencia. Ardern indicó que es una “causa de preocupación” que el enfermo portara el virus desde hace una semana y no se pusiera en aislamiento voluntario.

El nuevo bloqueo, de Nivel 3, permite que las personas salgan de casa solo para hacer compras esenciales y trabajar, mientras que los lugares públicos permanecerán cerrados. Los márgenes en otras partes de Nueva Zelanda se ajustarán al Nivel 2, estableciendo límites a las reuniones públicas.

El miércoles de la semana pasada, Auckland, con 1,7 millones de habitantes, había terminado un confinamiento de tres días para tratar de frenar los contagios atribuidos a la denominada cepa británica.

Los usuarios de las redes sociales de todo el mundo expresaron su consternación por el cierre de una gran ciudad por un solo caso, y un usuario de Twitter escribió: “Están locos”. Sin embargo, las rápidas medidas de Nueva Zelandia durante el año pasado, combinadas con el rastreo agresivo de contactos y el cierre de fronteras, han sido reconocidos por su éxito en la contención de la pandemia.

Nueva Zelanda acumula hasta la fecha un total de 2372 contagios de Covid-19, que incluyen 356 casos catalogados como probables, y 26 fallecidos.