Obama nombró al nuevo secretario del Tesoro
El funcionario estudió en Harvard y en Georgetown y lleva 30 años trabajando como asesor político en Washington; falta la aprobación del Senado
WASHINGTON (dpa) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio ayer un paso más en la formación de gabinete para su segundo mandato al nominar formalmente como nuevo secretario del Tesoro a su hasta ahora jefe de gabinete, Jacob Lew.
De ser confirmado por el Senado, el alto funcionario de la Casa Blanca, un hombre muy próximo al mandatario, sustituirá a Timothy Geithner en una cartera clave en momentos en que el país se apresta a duras negociaciones sobre control de gastos y techo de la deuda.
Al presentar su decisión en un acto en la Casa Blanca, Obama destacó la "confianza" que le tiene a quien durante largo tiempo ha sido uno de sus más estrechos colaboradores, primero como su director de presupuesto y, desde principios de 2012, como jefe de gabinete en la Casa Blanca.
"Jack tiene mi completa confianza, confío en su juicio y valoro su amistad, no conozco a muchos con tanta integridad", subrayó Obama.
Acompañado por el propio Lew, quien agradeció la "confianza y amistad" del mandatario y de Geithner, Obama también tuvo cálidas palabras para su secretario del Tesoro saliente.
Obama aseguró que fue en buena parte la "mano firme" de Geithner la que ha permitido en los últimos tres años que la economía estadounidense vuelva a crecer y que se hayan sentado las bases para "evitar en el futuro el tipo de colapso financiero" con que ambos se toparon al llegar al gobierno cuatro años atrás.
Geithner, quien se espera abandone su puesto a finales de mes, afirmó por su parte que Obama ayudó a "salvar" la economía mundial al tomar las decisiones "necesarias, duras y políticamente peligrosas" que salvaron al país de la crisis y al resto del planeta del colapso total.
El perfil
Entre otras cosas, Lew, de 57 años, trabajó entre 1998 y 2001 como director de presupuesto durante el gobierno de Bill Clinton y ya en ese entonces mantenía negociaciones sobre presupuesto con los republicanos. A diferencia de lo que ocurre actualmente, Lew pudo administrar en ese entonces un presupuesto con superávit gracias a la floreciente economía.
El funcionario, oriundo de Nueva York, que estudió en Harvard y en la Universidad de Georgetown, lleva 30 años trabajando como asesor político en Washington. Durante un tiempo también trabajó en el Citibank. Su padre, originario de Polonia, trabajaba como abogado y anticuario.
Obama contrató a Lew primero en 2010 como director de presupuesto y a principios de 2012 pasó a ser jefe de gabinete en la Casa Blanca. Lew participó en las duras negociaciones con los republicanos a mediados de 2012 por el aumento del límite de deuda.
Algunos se oponen a su posible nombramiento por considerar que es un desconocido en Wall Street, que no tiene conocimientos ni relaciones suficientes con los mercados financieros internacionales. Lew es considerado por sus colegas un asesor de bajo perfil que prefiere actuar tras bambalinas.
Obama replicó hoy indirectamente a estas críticas al calificar a su elegido como un "tipo de bajo perfil que prefiere roderse de expertos que de cámaras".
Formación del gabinete
Con el nombramiento de Lew, Obama da un paso más hacia la formación de su gabinete, después de haber designado ya al senador demócrata John Kerry como futuro secretario de Estado en sustitución de Hillary Clinton.
Esta semana, el mandatario propuso también al republicano moderado y veterano de la guerra de Vietnam Chuck Hagel como próximo jefe del Pentágono, además de a su asesor en antiterrorismo John Brennan como jefe de la CIA.
Aunque según los medios varios miembros del actual gabinete de Obama como su fiscal general, Eric Holder, o su secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, se han comprometido a continuar durante el segundo mandato que el demócrata inaugura el 20 de enero, no se descartan nuevos cambios en el equipo de gobierno.
De hecho, la víspera fue la secretaria de Trabajo, Hilda Solís, la que anunció sorpresivamente su dimisión, por lo que Obama tendrá ahora que buscarle un sustituto o sustituta, ya que han arreciado los comentarios acerca de lo "masculino" y blanco que empieza a parecer su nuevo gabinete.
Todos los nombramientos están además pendientes de ser confirmados en el Senado, una tarea que no se prevé demasiado fácil en vista de la oposición que generan las designaciones sobre todo de Hagel y de Brennan.
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