Ortega extiende la represión: atacan una sede universitaria
Bandas armadas mataron a dos estudiantes en el campus; murió un chico de 14 meses por un disparo en la cabeza
MANAGUA.- La ola represiva del gobierno nicaragüense se extendió ayer sobre un campus universitario, donde encapuchados fuertemente armados arremetieron contra el edificio que tenían tomado decenas de estudiantes rebeldes.
El ataque contra la sede de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) era parte de un vasto operativo que incluyó otros barrios de Managua, en el marco de la crisis desatada hace más de dos meses. Las redadas dejaron siete muertos, dos de ellos estudiantes que estaban en la toma y cayeron en el violento asalto al edificio. Además, una de las víctimas fue Teyler Lorío Navarrete, de 14 meses de edad, que murió de un disparo en la cabeza en un barrio en la zona este de Managua.
Karina Navarrete, mamá del chico, señaló a la policía como responsable de la muerte. "Fueron policías, yo los vi", dijo.
Imágenes tomadas por vecinos mostraban paramilitares encapuchados con armas de todo calibre, mientras camionetas con grupos de policías avanzaban junto a topadoras con las que derribaban las barricadas que habían montado los estudiantes y otros grupos civiles.
En un video enviado por un grupo de estudiantes se escuchan detonaciones de armas de fuego. "No nos vamos a rendir", se escucha gritar a los estudiantes, que se defendían con morteros artesanales y se cubrían con escudos improvisados.
"Nos están tirando a matar. Al pueblo lo están masacrando, a los jóvenes. Estamos siendo asediados. Tuvimos ocho horas de ataque, esto es una guerra muy desigual", dijo un estudiante de 25 años, atrincherado.
El ataque en el este de Managua ocurrió después de un apagón, con tiroteos que aumentaron gradualmente hasta hacerse verdaderamente intensos al amanecer, una táctica que se viene repitiendo desde el comienzo de la ola represiva.
En las calles que conducen hacia la UNAN el paso fue bloqueado para evitar que llegara ayuda a los estudiantes acantonados. Pero también hubo acciones de intimidación de la policía a otros grupos civiles, que detenía a transeúntes y automóviles y les preguntaba hacia dónde se dirigían y por qué razones.
Las protestas empezaron el 18 de abril contra una reforma al sistema de seguridad social. Pero tras la violenta respuesta de las fuerzas de seguridad las marchas se ampliaron para exigir justicia por las muertes y la salida del poder de Ortega.
Agencias AFP, AP y ANSA
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