Polémica reacción en Tailandia: el primer ministro se enojó con una periodista y le roció alcohol en la cara

BANGKOK (AFP).- En medio de la pandemia por coronavirus, que en Tailandia provocó más de 26.000 infectados y 85 muertos, el primer ministro Prayut Chan-ocha volvió a ser centro de una polémica luego de que en una conferencia, al ser preguntado sobre una situación en su gobierno, se molestara con la periodista y le rociara la cara con alcohol.

Como en todos los espacios compartidos del mundo, en la sala en donde se llevaba a cabo el evento había medidas sanitarias, como la distancia física y alcohol en spray, y al momento de ser consultado sobre sobre la renovación de tres puestos ministeriales, algo que disgustó al ministro, este reaccionó agarrando un recipiente de spray con alcohol y rociando en el rostro a la reportera que la realizó.

Tras el episodio, el escándalo pasó a las redes sociales, donde el video del momento se hizo viral bajo el hashstah #fueraPrayut, que hasta hoy acumula 60.000 reacciones, de acuerdo con lo publicado por el diario El Mundo.

Ante la consulta que lo enojó, el primer ministro tailandés respondió primero que aún no tenía información y luego aseguró que nadie debería haber preguntado eso. Fue entonces que tomó el espray y pulverizó con desinfectante a la primera línea de los reporteros mientras se tapaba la boca con un barbijo que llevaba en la mano y se retiraba de la rueda de prensa.

Esta no es la primera polémica que protagoniza Prayut. Líder del golpe de Estado de 2014 siendo jefe del Ejército y de la junta militar que gobernó Tailandia hasta 2019, su carácter iracundo y sus salidas de humor de gusto cuestionado son habituales. Por ejemplo en 2014 este general retirado se puso a tocar la cabeza y oreja de un periodista, lo que causó malestar a muchos porque en Tailandia la cabeza se considera la parte más sagrada del cuerpo por lo que es un gesto de mala educación hacerlo.

Además, meses después, arrojó una cascara de banana tras enojarse, de nuevo, por una pregunta que le hicieron. Y sin embargo, pese a estas manifestaciones de violencia, fue elegido primer ministro en 2019 después de unas elecciones parcialmente transparentes, según los observadores internacionales.

Sin embargo el apoyo en las elecciones no fue suficiente. En la segunda mitad del año pasado una serie de protestas prodemocráticas llenaron las calles con miles de personas que pedían que renuncien y también una reforma del sistema político y la monarquía.

Tras ello muchos líderes y participantes en las manifestaciones, incluidos menores, fueron acusados de delitos como el de sedición, que contempla penas de hasta siete años de prisión, y el de lesa majestad, castigada con entre tres y 15 años.

Sin embargo, estas decisiones fueron cuestionadas por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que instó a las autoridades a dejar de acusar de delitos graves a los manifestantes pacíficos y a que respete el derecho de expresión.

En la cárcel

Un tribunal de Bangkok se negó el lunes a conceder la libertad bajo fianza a tres activistas del movimiento prodemocrático de Tailandia, acusados de insultar a la monarquía. Panusaya “Rung” Sithijirawattanakul, Panupong “Mike” Jadnok y Jatupat “Pai” Boonpattararaksa están sospechado de violar la ley que reprime las críticas a la monarquía durante una concentración en el centro de Bangkok en septiembre del año pasado.

También están acusados de sedición junto con otros 15 manifestantes prodemocráticos. Los tres activistas se enfrentan a otros cargos relacionados con las leyes de lesa majestad.

El lunes, fueron acompañados al tribunal por decenas de personas con banderas y carteles de otros líderes prodemocráticos encarcelados. Desde mediados del año pasado, Tailandia vive una ola de manifestaciones prodemocracia, que entre julio y diciembre de 2020 llegaron a reunir a decenas de miles de personas en la capital.