Se acelera la sucesión tras el Brexit y Theresa May asumirá como premier
Su rival en la interna conservadora se bajó tras una gaffe y le allanó el camino; Cameron dijo que renunciará mañana y el país tendrá una nueva gobernante
PARÍS.- A partir de mañana por la tarde, Gran Bretaña volverá a ser gobernada por una mujer por segunda vez en su historia: la conservadora Theresa May, una geógrafa de 59 años diplomada en Oxford y casada con un banquero desde 1980, sucederá a David Cameron como primera ministra de Gran Bretaña.
Desde la puertas del 10 de Downing Street, sede de la residencia del jefe de gobierno, Cameron anunció ayer que mañana presidirá por última vez la reunión de gabinete y luego acudirá al palacio de Buckingham para entregar su renuncia a la reina Isabel II y activar de esa manera el proceso de sucesión, que fue acelerado por la crisis de liderazgo en que entró el país tras el referéndum que apoyó el llamado Brexit.
Una vez aceptada la dimisión de Cameron, que gobernó el país durante seis años, May debe ser oficialmente proclamada como líder del Partido Conservador para que pueda ser designada al frente del Ejecutivo. Cuando su nombramiento sea aceptado por la reina, May será convocada para recibir el ofrecimiento de asumir la jefatura de gobierno y convertirse de esa manera en la primera mujer que dirigirá Gran Bretaña 26 años después del retiro de Margaret Thatcher .
La espera una ardua tarea, teniendo en cuenta las tormentas que atraviesa el país desde que el 23 de junio los británicos expresaron su deseo de dejar la Unión Europea (UE). Pero si alguien dudaba de su intención de respetar la voluntad popular, May volvió a afirmarlo ayer: "Brexit significa Brexit", declaró.
"Y vamos a convertirlo en un éxito", prometió en las puertas del Palacio de Westminster, rodeada por sus principales colaboradores y, por primera vez, junto a su marido, Philip.
Vestida con un tailleur azul marino con solapas de raso estilo esmoquin sobre una blusa de seda blanca y un importante collar de perlas, May afirmó que rápidamente pondrá en marcha el proceso para tratar de obtener el "mejor acuerdo posible con la Unión Europea". También dijo que sus objetivos serán recuperar la unidad tras las heridas del referéndum y crear un país "que funcione para todos y no sólo para los más privilegiados". Esa frase dio a entender que su política tendrá mayor contenido social que la aplicada en los últimos seis años por Cameron y su canciller del Tesoro, George Osborne.
Ese mensaje fue aplaudido por los parlamentarios que la rodeaban. El protocolo de la Cámara de los Comunes impide aplaudir los discursos, pero esa prohibición no se extiende hasta las veredas del Palacio de Westminster.
La escalada al poder de May se aceleró ayer en forma imprevista, debido a la monumental gaffe cometida por Andrea Leadson, su rival en la pugna por el liderazgo tory. En una entrevista con el diario The Times afirmó el pasado fin de semana que se consideraba en mejores condiciones que su adversaria por el hecho de ser madre: "Ella tiene sobrinos, pero yo tengo hijos". Todo el país conocía el "dolor" expresado recientemente por May debido a la imposibilidad de tener hijos.
Frente al aluvión de críticas que recibió durante todo el fin de semana, Leadson se excusó diciendo que se trataba de un "malentendido" e incluso llegó a pedir perdón por el exceso. Según The Times, Andrea Leadsom habría insistido al decir: "Creo realmente que ser madre significa que se tiene un interés real en el futuro de nuestro país, una participación tangible".
Consciente de su grave error táctico, Leadsom intentó inicialmente mitigar el impacto de sus declaraciones: "Absolutamente horrible y exactamente lo contrario de lo que he dicho. Estoy asqueada", tuiteó.
Agobiada por las críticas y las evidencias, finalmente optó por retirarse de la competencia. Sin formular ninguna mención de su gaffe, argumentó que sólo tenía el respaldo de menos del 25% de los parlamentarios.
"El interés de nuestro país es tener una primera ministra fuerte", afirmó tras ofrecer su apoyo a May, que después de ganar dos votaciones en el Parlamento con el respaldo de dos tercios de los diputados no necesitó recurrir al voto de los 150.000 afiliados al partido para definir la lucha por el poder. Ese proceso, que habría demorado nueve semanas la sucesión, hubiera "resultado muy inconveniente".
La noticia de su victoria fue acogida con entusiasmo por los mercados. El índice Footsie, principal termómetro de la Bolsa de Londres, ganó 0,43%, a 6808,87 puntos, y recuperó de esa forma su nivel del 4 de marzo. La moneda británica, por su parte, se recuperó levemente con una cotización de 0,8517 por euro y 1,2981 dólares por unidad.
Ahora los mercados retienen su respiración esperando conocer la formación del gabinete y las intenciones de May con respecto a unas eventuales elecciones anticipadas, como reclaman los partidos de oposición. La futura primera ministra ya advirtió, sin embargo, que no tiene intenciones de internarse por esa peligrosa vía.
El actual responsable de la política exterior, Philip Hammond, aparece como favorito para ocupar la cartera de Finanzas si May decide no renovar la confianza a Osborne. El actual canciller del Tesoro le plantea un serio problema. Una posibilidad es que sea designado en el Foreign Office, pero numerosos partidarios del Brexit no creen que un decidido partidario del remain (permanecer) sea uno de los personajes clave encargados de negociar la salida de Gran Bretaña de la UE 43 años después de su adhesión.
Del editor: ¿por qué es importante? Con el vértigo con que se dan los cambios, evitarse nueve meses de vacío de poder puede ser la carta que termine de estabilizar el país.
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