Temer, con un inoportuno discurso machista

RÍO DE JANEIRO.- Una fuerte ola de indignación y rechazo generó en Brasil el presidente Michel Temer con su discurso por el Día Internacional de la Mujer. Su exaltación, en tono de homenaje, de las tareas domésticas reforzó los estereotipos machistas y anacrónicos que enfrentan constantemente las mujeres aquí y en el mundo.

"Tengo absoluta convicción de cuánto la mujer hace por la casa, por el hogar, por los hijos. Si la sociedad va bien, si los hijos crecen, es porque tuvieron una adecuada formación en sus casas y, seguramente, quien hace eso no es el hombre, es la mujer", dijo Temer anteanoche en el Palacio del Planalto durante un evento conmemorativo, acompañado por su esposa, Marcela Tedeschi Araújo, y varios funcionarios de su gobierno.

Las gaffes del mandatario no terminaron allí. Cuando se refirió a la importancia económica de la mujer, volvió a meter la pata con una aclaración humillante para todas aquellas que con su trabajo llevan adelante familias y realizan un gran aporte a la economía global.

"En la economía, también la mujer tiene gran participación. Nadie es más capaz de indicar los desajustes de precios en el supermercado que la mujer", señaló.

Tras una jornada de movilización por la igualdad de género, las redes sociales y los sitios de los medios brasileños estallaron con ataques a las polémicas palabras del presidente. "Patética la declaración de Temer. Es la perfecta traducción del atraso al que estamos siendo llevados", se quejó Anete Araújo Guedes en la página web del Folha de S. Paulo.

"Creo que Temer leyó un discurso sobre el Día de la Mujer que el mariscal Deodoro da Fonseca había dejado en un cajón", ironizó la escritora y periodista Alexandra Moraes, al comparar al actual mandatario con el primer presidente de Brasil (1889-1891).

En el Congreso, la senadora Gleisi Hoffmann, del opositor Partido de los Trabajadores, también repudió las palabras del jefe del Estado. "Nos quedamos impactadas con el pronunciamiento del presidente; él perdió la oportunidad de quedarse callado", señaló.

Las posturas conservadoras de Temer ya habían sido muy cuestionadas cuando asumió el poder, el año pasado, tras el impeachment a Dilma Rousseff y no designó a ninguna mujer en su gabinete. Desde entonces, nombró a dos: la abogada general de la Unión, Grace Mendonça, y la ministra de Derechos Humanos, Luislinda Valois.

Una de las pocas voces que respaldaron al presidente fue la de la secretaria de Políticas para las Mujeres, Fátima Pelaes. "El presidente Temer es mucho más que palabras, lo que tenemos que tener en cuenta son los hechos, sus actitudes", declaró.

Ayer, para contener la profusión de críticas e insultos, Temer buscó corregir sus metidas de pata con unos breves mensajes en Twitter. "Estamos en la Semana de la Mujer. Mi gobierno hará de todo para que las mujeres ocupen cada día más espacio en la sociedad. Que las mujeres tengan derechos iguales en la casa y en el trabajo. No vamos a tolerar prejuicios y violencia contra la mujer", escribió el presidente.