Tras 500 días de crísis política, Israel estrena un gobierno de unidad nacional

JERUSALÉN.- El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció ayer que la conformación de un nuevo gobierno resultó exitosa y hoy tomará posesión del nuevo ejecutivo tras 500 días de una fuerte crisis política.

Netanyahu realizó el anuncio y envió el aviso al presidente del país, Reuven Rivlin, y al presidente en funciones del Parlamento, Benjamin Gantz, con cuyo partido, Azul y Blanco, alcanzó el acuerdo para formar un Gobierno de unidad en el país.

Se espera que la nueva administración, la quinta encabezada por Netanyahu, quien es el líder más antiguo de Israel, tome juramento alrededor de las 10 de la noche después de una votación en la Knesset, el parlamento del país.

Gantz, quien ingresó a la política hace dos años con la promesa de expulsar a Netanyahu, argumentó que la pandemia y la urgente necesidad de poner fin a la crisis política significaba que había que dejar de lado "cuestiones personales".

Gantz, quien se desempeñará como ministro de Defensa antes de asumir el cargo de primer ministro en noviembre de 2021, dimitió del cargo el martes por la noche para sumarse al nuevo Ejecutivo, si bien permanecerá en funciones hasta hoy, cuando será sucedido por el quien era el ministro de Turismo, Yariv Levin, según informó el diario israelí The Jerusalem Post.

Según el acuerdo para compartir el poder, Netanyahu, actualmente líder interino, permanecerá en el cargo durante 18 meses antes de entregarlo a Gantz, un ex jefe del ejército, por el resto de un período de tres años.

El acuerdo prevé un enorme gabinete de 32 ministros, que se elevará a 36 miembros en seis meses, el más grande en la historia del país, en parte para satisfacer las demandas de múltiples partidos divergentes dentro de la coalición, según consignó The Guardian.

Netanyahu tenía de plazo hasta el 21 de mayo para formar Gobierno y evitar las que serían las cuartas elecciones legislativas en poco más de un año, algo que Israel evitará con un acuerdo sin precedentes entre el Likud y Azul y Blanco.

El pacto fue alcanzado después de que Gantz rompiera por sorpresa su compromiso electoral de no negociar con Netanyahu, fracturando Azul y Blanco, y tras recibir el mandato para formar un Ejecutivo debido a que contaba con el apoyo de la mayoría de los parlamentarios.

Gantz accedió así a las peticiones de Netanyahu de formar un Gobierno de unidad a pesar de que en ese momento parecía que Gantz podría llevar a conformar un Ejecutivo que sacara del poder a Netanyahu, especialmente debido a su firme negativa hasta entonces a negociar con él debido a su imputación por corrupción.

Aunque el Tribunal Supremo expresó en un fallo la semana pasada que la imputación no incapacita a Netanyahu para formar gobierno, el proceso podría provocar la caída del Ejecutivo si es condenado por corrupción en el juicio previsto para finales de mayo.

Agencia DPA