Trump reclama el muro de acero con un fuerte discurso contra la inmigración: "Es una elección entre el bien y el mal"
WASHINGTON.- Ayer, después de 17 días de cierre parcial del gobierno, el presidente de Estados Unidos,Donald Trump, estuvo más teatral que nunca: habló a la nación por primera vez desde el Salón Oval, contó penurias de familiares de víctimas de crímenes, dijo que lloraron en sus brazos y llamó así a los legisladores demócratas a proveer los fondos necesarios para la construcción de un muro en la frontera con México, la promesa de su campaña de 2016 que para él es la solución para detener la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y la violencia en el país. "Es una elección entre el bien y el mal", declaró el republicano, en un pedido a la oposición para poner fin al shutdown.
Con lenguaje emotivo, se refirió a estadounidenses que fueron asesinados por personas que estaban en el país de forma ilegal y dijo: "Me he reunido con docenas de familias cuyos seres queridos les fueron arrebatados por la inmigración ilegal. He sostenido las manos de las madres que lloran y abracé a los padres afligidos. Muy triste. Tan terrible". "¿Cuánta sangre de estadounidenses debemos derramar antes de que el Congreso haga su trabajo?", se preguntó, con un tono sobrio y sin exabruptos.
Asimismo, en su discurso de nueve minutos, el estadounidense denunció una "crisis humanitaria y de seguridad " en la frontera, repitió que "a pedido de los demócratas, va a ser una barrera de acero y no un muro de concreto", indicó que "es algo que los profesionales en la frontera quieren y necesitan" y dijo: "Es solo sentido común. El muro se pagará rápidamente por sí mismo".
"Nuestra frontera sur es un ducto para una gran cantidad de drogas ilegales, incluyendo metanfetamina, heroína, cocaína y fentanilo. Cada semana 300 de nuestros ciudadanos mueren sólo por la heroína", agregó el republicano, en un momento en que Estados Unidos sufre una crisis de salud pública por las sobredosis.
Con todos estos dichos, la intención de Trump fue ganar consenso para que se destinen 5700 millones de dólares a su proyecto por motivos humanitarios y de seguridad, la principal traba para poner fin al prolongado cierre parcial del gobierno.
El mandatario, quien visitará la frontera el jueves, llamó a los demócratas a volver a la Casa Blanca para reunirse con él y afirmó que era "inmoral" que los "políticos no hicieran nada".
La reacción demócrata
Tras el discurso presidencial, los demócratas acusaron a Trump de apelar al "miedo y no a los hechos" y de fabricar una crisis fronteriza para beneficio político. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, y Chuck Schumer, líder de la minoría en el Senado, acusaron al republicano de tergiversar la situación en la frontera y lo exhortaron a reabrir las dependencias federales que están cerradas y pagar los sueldos atrasados a cientos de miles de trabajadores por el shutdown.
Schumer aseguró que Trump "solo utilizó el escenario de la Oficina Oval para fabricar una crisis, azuzar el miedo y desviar la atención del caos en su gobierno". Es que el exmagnate de la construcción expuso sus razones para la construcción del muro sin ofrecer concesiones ni nuevas ideas sobre cómo resolver el estancamiento que mantiene cerradas grandes porciones del gobierno por ya 18 días.
"El presidente Trump tiene que dejar de mantener como rehenes al pueblo estadounidenses, dejar de manufacturar una crisis y reabrir el gobierno", dijo por su parte Pelosi, que la semana pasada volvió a asumir como líder de la Cámara de Representantes, después de que los demócratas recuperaran el control tras las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
Trump y otras frases polémicas de su discurso
Agencias AP y AFP
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