Vacío de poder: renunciaron todos los funcionarios que podrían asumir la presidencia de Bolivia

LA PAZ.- La renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia está dejando sus primeras consecuencias. A la dimisión de Morales le siguió la del vicepresidente, Álvaro García Linera. Y varios integrantes de la línea sucesoria anunciaron que dejan sus cargos, abriendo así una situación de vacío de poder que se resume en un interrogante: ¿quién se hará cargo de la presidencia de Bolivia?

La tercera en la línea de sucesión es Adriana Salvatierra, presidenta del Senado. Según la Constitución, debería asumir el mando del país como presidenta provisional. Pero Salvatierra confirmó su renuncia, al igual que Morales y García Linera, según publicó el diario El Deber.

"Nosotros queremos que esta situación pare, resguardando la seguridad de nuestros compañeros. Así como Evo y Álvaro hicieron conocer su renuncia, hago conocer mi renuncia al cargo de presidenta del Senado", dijo Salvatierra.

"Abogo para que se encuentre una salida pacífica al país. De acuerdo a la Asamblea Legislativa, dependerá quién quede en el cargo. Se tiene que realizar una sesión y a partir de eso tener una nueva presidencia en la Cámara alta", agregó.

Según la Constitución, ante la ausencia del presidente y vicepresidente, el titular del Senado debería asumir esa función y si no, le seguiría el líder de la Cámara de Diputados. Es decir, a Salvatierra le seguiría el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, quien había renunciado incluso antes de que lo hiciera Evo.

Borda renunció a su cargo después de que manifestantes atacaran su domicilio al pedir la renuncia del presidente Morales y de todos los órganos del Estado. "Renuncio a la cámara de Diputados. Ojalá que sea para preservar la integridad física de mi hermano que ha sido tomado como rehén" durante el ataque, en la ciudad andina de Potosí (suroeste), dijo Borda a medios locales.

Ahora la decisión sobre la sucesión del cargo de Morales quedará bajo discusión en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), que debe llamar a una sesión de urgencia donde se defina cómo proceder respecto de quién quedará al mando del país.