A 22 años de la muerte de Rodrigo Bueno, su hijo Ramiro habló del accidente en el que se salvaron él y su mamá

Ramiro, el hijo del inolvidable Rodrigo “El Potro” Bueno, recordó este fin de semana a su papá a días de que se cumplan 22 años del trágico accidente que se llevó la vida del cantante de cuarteto, y en el que se salvaron él y su mamá. “Para mí en ese momento volví a nacer”, aseguró el joven de 24 años en diálogo con Pasa Montagna (Radio Rivadavia).

Aquella madrugada del sábado 24 de junio de 2000, el músico tomó la Autopista Buenos Aires-La Plata para regresar a la Ciudad luego de dar un show en la capital provincial. Iba en su Ford Explorer SUV Roja con su esposa Patricia Pacheco, su hijo Ramiro, que estaba por cumplir 3 años, Fernando Olmedo, el músico Jorge Moreno y el locutor de radio Alberto Pereyra.

Alrededor de la 3.30, a la altura de Berazategui, Rodrigo rozó la camioneta del empresario Alfredo Pesquera y perdió el control del vehículo. Acto seguido, chocó contra la barrera de contención de la autopista, volcó y fue expulsado del vehículo. El cantante no llevaba puesto el cinturón de seguridad y murió. Los demás acompañantes sobrevivieron, a excepción de Olmedo, que también perdió la vida producto del accidente.

A casi 22 años de esa madrugada que marcó un antes y un después, Ramiro Bueno asegura que en ese momento volvió a nacer. “Me di cuenta de cómo nos salvamos con mamá, para mi en ese momento volví a nacer”, aseguró el joven en la entrevista con Pablo Montagna. Y remarcó: “Yo hoy podría no estar acá y estar con mi viejo allá arriba, por eso estoy plenamente agradecido de que mi historia no haya sido tan corta”.

Actualmente, Ramiro se está dedicando a crecer en su carrera musical. Aunque todavía no logró vivir de eso, es su objetivo a futuro. Mientras tanto, trabaja y continúa con su formación en el ámbito universitario. Se recibió en 2017 de periodista deportivo y ahora está haciendo un posgrado en comunicación audiovisual.

Su sonido, a diferencia de su padre y de lo que muchos esperan, no es el cuarteto, sino el hip hop. El rap lo atrapó desde muy joven, cuenta el hijo de Rodrigo, que nació en el Hospital de Quilmes y se crió lejos de Córdoba, en el sur del conurbano bonaerense. Sin embargo, la música de su padre es una influencia muy importante en su vida. “Admiro mucho la música de mi viejo, es un artista que escucho mucho, no solo porque es mi padre”, reveló.

El joven dijo que fue un proceso “bastante amplio” darse cuenta de quién era su papá. “Al principio no entendía mucho de lo que había generado en la gente”, reconoció Ramiro. Pero el cariño de los fanáticos en la vía pública lo obligó a caer en la realidad de lo que fue Rodrigo. Todavía lo paran por la calle para felicitarlo y hablarle de las canciones del Potro. “La gente me dice que mi papá les alegró la vida con su música”, contó.

Para recordar a su papá, Ramiro mira los recitales y las entrevistas que se pueden disfrutar en YouTube. “Lo estoy consumiendo mucho porque me atrae un montón escucharlo”, dice el joven y aclara que no le gusta indagar demasiado en los últimos días de su papá, y menos todavía en el día del accidente. “Todo lo que veo de mi padre es para seguir nutriéndome de quién fue él, sobre cómo se manejaba”, explica y dice que uno de sus deseos para esta fecha tan especial que se acerca es que escuchen a Rodrigo. “Quiero que lo recuerden escuchando su música y con amor”, sostuvo.

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