Adam Sandler: siete películas para descubrir que es más que un gran comediante

Cuando se piensa en actores versátiles capaces de crear personajes inolvidables en diferentes medios y géneros, difícilmente la mayoría pensará primero en Adam Sandler. O segundo, o tercero. Lo cierto es que el comediante norteamericano probablemente no aparezca en esa lista imaginaria, pero debería. Y aunque es cierto que en su prolífica carrera en el cine el actor tiene muchas producciones de regular a olvidable, también cuenta con algunas películas notables, clásicos modernos que, curiosamente, van mucho más allá de su talento para la comedia. Casi se podría decir que hay un Sandler para cada gusto u ocasión. Con los cambiantes ánimos que provoca la cuarentena y después de ver las divertidas apariciones que el comediante está haciendo desde su casa en Los Ángeles en varios programas de su país, parece un momento ideal para repasar alguno de los mejores momentos del actor menos pensado.

*El Stand Up

100% Fresh. Toda historia tiene un comienzo, y el de la carrera de Sandler fue sobre un escenario. Más precisamente el de un club de comedia de Boston donde debutó a los 17 años. Allí encontró su voz y vocación. Después llegaría el éxito en pequeñas presentaciones en Los Ángeles y luego el gran salto: Saturday Night Live. De aquella etapa de su vida y de muchas cosas más habla en su más reciente especial de comedia. Allí, entre canciones tan graciosas como pegadizas y un inteligente montaje, Sandler da una clase del género y consigue uno de los momentos más emotivos de su trayectoria cuando recuerda a su amigo, el fallecido comediante Chris Farley. Disponible en Netflix

*La comedia dramática

Siempre hay tiempo para reír. En sus primeros años en Hollywood, cuando era un cómico talentoso pero desconocido, Sandler solía compartir departamento y sentido del humor con Judd Apatow, un colega que no parecía tener la misma habilidad que él sobre el escenario pero que sí sabía cómo escribir un buen chiste. De aquella época y de esa amistad surgió esta película, protagonizada por el primero y dirigida por el segundo. Aquí, Sandler interpreta a un comediante exitoso que bien podría haber sido él si la ambición y las malas decisiones lo hubieran apartado del buen camino. Solo en su mansión, George (Sandler), descubre que ha vivido equivocado y que la fama y la fortuna no sirven de mucho en soledad. Con una historia amarga llena de personajes con más defectos que virtudes, la película retrata el universo de los comediantes con un punto de vista tan despiadado como gracioso. Disponible en Netflix y en Amazon Prime Video

*La comedia romántica

Como si fuera la primera vez. En un género repleto de estereotipos y preconceptos, en este film Sandler logró equilibrar perfectamente el humor y el romance y no por primera vez. Ya había conseguido la alquimia en la fantástica La mejor de mis bodas (se verá el domingo a las 14.15,por Warner como parte de un seleccionado de comedias del actor)donde combinó su amor por la música de los 80 con el amor romántico. Y encontró a una de sus mejores compañeras de rubro en Drew Barrymore. Con ella, volvió a dar en el clavo con Como si fuera la primera vez que combina los elementos de sus comedias más básicas con el desarrollo de una historia de amor tierna y delicada, este último un adjetivo que parece ir en contra de todo lo que Sandler representa y, sin embargo, su personaje en esta película –más allá de las mentiras y las torpezas–, resulta un héroe romántico inmejorable. Disponible en Netflix

*La comedia política

No te metas con Zohan. El conflicto en Medio Oriente es el tema de infinidad de trabajos académicos, de artículos de investigación periodística y hasta de ficciones que llevan décadas, por lo menos, intentando desentrañar los puntos de divergencia y desunión que moldean la identidad cultural, racial y religiosa de la región. Que una comedia zarpada sobre un ex agente del Mossad que sueña con ser estilista proponga argumentos sensatos sobre todo el asunto, solo podía provenir de Adam Sandler. El actor interpreta al letal Zohan, que entre una misión secreta y otra perfecciona su habilidad con los cepillos y que una vez instalado en Nueva York convive con sus compatriotas israelíes y se entiende con sus vecinos palestinos, tan distintos y tan parecidos a él. Disponible en Flow y en Netflix

*El drama familiar

Los Meyerowitz, la familia no se elige. En su afán de explorar cada centímetro de los vínculos familiares, Noah Baumbach concibió la historia de un padre artista (Dustin Hoffman), un genio incomprendido según su propia evaluación y también la relación que tiene con sus hijos adultos. Entre ellos se destaca Danny, interpretado por Sandler, un buen tipo cuyas propias ambiciones artísticas tuvieron que quedar en segundo plano ante la avasalladora energía de su padre. La estructura narrativa del film de Netflix divide el relato en viñetas para enfocarse en las historias de los personajes y cómo los viejos roles y los antiguos resentimientos los hicieron quiénes son. Y con ninguno resulta más evidente y más conmovedor el descubrimiento de las viejas heridas que con Danny. Disponible en Netflix

*La comedia infantil

Hotel Transilvania 3. Esta saga animada es ocurrente, divertida y emotiva. Y esas características se redoblan cuando se la ve en idioma original. Es que aunque estas películas, que imaginan a los monstruos de leyenda como un grupo de amigos que pasan sus vacaciones en el hotel del conde Drácula en Transilvania, son lo suficientemente sólidas para funcionar aun con el doblaje, escuchar la voz de Sandler –que también es productor de las películas–, es otra cosa. Con un acento ridículo y una catarata de chistes aptos para todo público, su vampiro hotelero se la pasa insinuando que no es sangre lo que anhela sino que está sediento de compañía. Entre otras cosas, además, Hotel Transilvania es una carta de amor a las familias, en cualquiera de sus formas. Disponible en Flow.

*El thriller

Diamantes en bruto. Después de ver este coche sin frenos de película le será muy difícil para los antiSandler seguir menospreciando su talento. Esos que durante años quisieron creer que su notable trabajo en Embriagado de amor de Paul Thomas Anderson había sido una combinación de suerte y un excelente director. Pero la película de los hermanos Safdie prueba que no hay nada de fortuito en el modo en que Sandler encarna a estos tipos. Sí hay mucha desesperación en cada gesto y una energía maníaca que hace del joyero Howard Ratner uno de los personajes más trágicos y fascinantes salidos del cine norteamericano de los últimos años. Disponible en Netflix