Brie Larson, regreso triunfal a Toronto

TORONTO -. Dos vallas contenían a los fans y el público curioso congregado en los costados de la alfombra roja del Ryerson Theatre, anoche. El motivo era la presentación de Free Fire, de Ben Weathley, por primera vez, en la apertura de Midnight Madness. Cuando Brie Larson , protagonista del film, bajó de uno de esos vehículos negros con vidrios polarizados que transportan a las estrellas, los gritos de los presentes se hicieron escuchar. Es lógico, todos querían ver o pedirle un autógrafo a una de las estrellas jóvenes más celebradas en todo el mundo.

Para la actriz éste es un regreso triunfal a Toronto, después de haberse presentado en el festival con La habitación el año último. Fue acá donde la película de Lenny Abrahamson inició su exitosa carrera al Oscar, ganando el premio del público, galardón de gran importancia en el festival canadiense que no tiene competencia oficial. Tras ese auspicioso comienzo, el film se estrenó a nivel internacional y fue acumulando premios. El recorrido de Room culminó con el triunfo de Larson como Mejor Actriz en la última entrega de los premios de la Academia.

Tal vez otra actriz hubiera elegido volver con una película más solemne, pero Larson viene construyendo una carrera ecléctica encarnando diferentes tipos de personajes, en películas de diversos géneros. Mientras se prepara para ser la protagonista de Captain Marvel, presentarse con su nueva película en la apertura de la sección Midnight Madness, dedicada al cine de género, parece ideal.

Free Fire es una película de tiros, con igual cantidad de sangre derramada que de remates cómicos, en la que dos bandas se baten a duelo por un conflicto ajeno a la venta de armas que intentaban cerrar. Como su personaje Justine, Larson demuestra estar a la par de sus compañeros Armie Hammer, Cillian Murphy, Sharlto Copley y Sam Riley, entre otros, disparando armas y arrastrándose por el piso de una fábrica abandonada.

“No sé cómo voy a explicar esto cuando vuelva a casa”, dijo la actriz después de la función, recordando momentos extraños del rodaje, en los que estar listo para la acción implicaba revolcarse por el piso para llenarse de tierra. Larson brilló en la presentación frente a un público muy entusiasta con un look de vestido con volados y rodete, que tenía aires de flamenco pero en versión alta costura. La elegancia de la actriz en combinación con la sencillez y simpatía que transmite son las cualidades que ayudaron a cimentar su creciente popularidad.