Cecilia Roth con tonada mexicana
Cecilia Roth admite que "lamentablemente, hay una proporción grande de mujeres que tienen mucho de Lucía", al referirse al protagónico que encarnó en "La hija del caníbal", la coproducción mexicano-española que se estrena mañana. Lucía es la heroína de este largometraje dirigido por Antonio Serrano ("Sexo, pudor y lágrimas"), basado en la novela de la hispana Rosa Montero; una mujer que a los 43 años descubre, a partir del secuestro de su esposo, que vivió en la acomodada burbuja de un status social que le impidió conocer qué lugar ocupa ella en el mundo. Escritora de cuentos infantiles sin luces, casada con un funcionario del Estado, la búsqueda de Lucía plantea una paradoja, como establece Roth: "Recién a partir de la misteriosa desaparición de su marido, esta mujer descubre que la autosecuestrada es ella".
Sin embargo, Lucía rompe el cascarón de su hasta ahora cómoda existencia, dispuesta a dar con ese marido que, literalmente, se esfumó en medio de un aeropuerto. A medida que avanza en ese camino incierto, la búsqueda de su pareja parece ser menos trascendente que la posibilidad de empezar a comprender lo que le ocurre. Lucía se sumerge en un mundo desconocido por ella: se enfrenta a matones y extorsionadores, conoce los códigos de la marginalidad y de los hampones de la high society, siempre apoyada por dos nuevos e incondicionales amigos a quienes conoce apenas iniciada esta búsqueda-aventura, el joven Adrián y el veterano Félix. Su vida, que ahora puede abrirse también a la pasión, va adquiriendo una nueva luminosidad.
"Es una situación más corriente en las mujeres -plantea Roth, quien comparte los roles protagónicos con el español Carlos Alvarez-Novoa y el joven mexicano Kuno Becker-. De pronto se preguntan "¿y ahora?", después de que los hijos están grandes, o de divorciarse, o de que el marido se fue con una pendeja. En México me impresionó conocer a mujeres que tenían mucho de ese personaje". En Adrián (Becker) y en Félix (Alvarez-Novoa) están corporizadas las dos fantasías de esta mujer: el joven atractivo y el hombre maduro. Lucía va y viene entre ambos. El chico es como un estimulante. Pero el vínculo más profundo se da con Félix. "El viejo es el que le enseña. En cambio el de Adrián es un vínculo que acompañó la aventura que emprendió Lucía para reinventar su vida", dice Roth.
La actriz confiesa que desde la primera lectura del guión sintió que "La hija del caníbal" la acercaba a una película "muy interesante". En principio, dice, porque es un film "muy sui generis". "No es sólo una comedia dramática, ni un film de aventuras únicamente, ni una película sobre una mujer en la mitad de su vida -dice Roth-. Es una suma de cosas. En la novela están más trazados los personajes de Félix y de Adrián. Pero Antonio (Serrano) subrayó la mirada de Lucía para contar esta historia. Mientras iba leyendo el guión, entendí a Lucía. Me daba cuenta de que aunque yo no hubiera pasado por las mismas experiencias que pasaba ella, había algo de su naturaleza, de su incomodidad que yo entendía. Y Antonio (Serrano) me ayudó mucho en la construcción de este personaje, fue muy claro y estimulante", recuerda la actriz.
La protagonista de "La hija del caníbal" hoy se declara "satisfecha", porque "en esta película todo cerró bien". "Fue una experiencia muy intensa vivir en México los tres meses de filmación e incorporarme a esa cultura para intentar ser una mexicana -cuenta Roth-. Era un desafío muy grande convertirme en Lucía, no sólo porque tenía que tener su acento mexicano, sino porque tenía que despojarme de muchas cosas mías. Era como volver a una esencia, que a lo mejor una, que es una mujer independiente, (sonríe) trabajada, psicoanalizada, valiente..., de pronto decís "a lo mejor no tanto, ¿eh?", a lo mejor hay algunas cosas de esta chica que se parecen a ciertas cosas mías, aunque las tenga trabajaditas. Y es interesante ser humilde en ese sentido, pensar que a lo mejor no está todo dicho. En ese aspecto también era un desafío grande hacer este personaje".
Dos hechos emparientan esta coproducción con la Argentina: por un lado, Alvarez-Novoa trabajó en "Bahía mágica", opera prima infantil de la realizadora local Marina Valenti estrenada en 2001. Por otro, en la banda sonora se incluyen temas de Los Babasónicos.
"La hija del caníbal" es una de las cuatro películas que Roth filmó en 2002: las otras son las estrenadas en la Argentina "Hable con ella" y "Kamchatka", y la aún no conocida "Deseo". Acaba de concluir "Luisa Sanfelice", su primera experiencia fílmica del año, dirigida por los hermanos Paolo y Vittorio Taviani (ver recuadro). Y se ríe y se sorprende cuando le preguntan una y diez veces por proyectos en la Argentina. "Es que recién estoy bajando del avión, y quiero recuperar el tiempo compartiéndolo con mi hijo Martín, en casa, leyendo libros, saliendo con amigos...Pero parece que todos me preguntan por lo mismo: cuándo filmo en el país", concluye Roth, que por ahora sólo quiere "descansar e ir viendo cómo sigue el camino".
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