
Conmovedora historia de pareja
1 minuto de lectura'
"Bajo la arena" ("Sous le sable", Francia/2000). Dirección: François Ozon. Con Charlotte Rampling, Bruno Cremer, Jacques Nolot, Alexandra Stewart, Pierre Vernier yAndrée Tainsy. Guión: François Ozon, con la colaboración de Emmanuéle Bernheim, Marina de Van y Marcia Romano. Fotografía: Jeanne Lapoirie y Antoine Heberlé. Música: Philippe Rombi. Edición: Laurence Bawedin. Presentada por Primer Plano Film Group. Duración: 95 minutos. Para mayores de 13 años con reservas.
Nuestra opinión: muy buena.
Con apenas 33 años y un puñado de sólidos, eclécticos y provocativos films anteriores, como "Sitcom", "Los amantes criminales" y "Gotas que caen sobre rocas calientes" (interesante incursión en el universo teatral de Rainer Werner Fassbinder que se estrenó en la Argentina hace apenas cuatro semanas), François Ozon se consolida con "Bajo la arena" como uno de los directores más importantes del nuevo cine francés.
Cuesta encontrar incluso dentro de la interesante producción gala (que nos ha entregado joyas recientes como "El gusto de los otros" o "Harry, un amigo que te quiere bien") a un guionista y realizador con la solidez narrativa, la profundidad psicológica y la capacidad para dirigir actores de la que vuelve a hacer gala el joven (pero muy maduro artísticamente) Ozon.
El film arranca con un breve y apacible prólogo en el que Ozon presenta a Marie y Jean Drillon (Charlotte Rampling y Bruno Cremer), un matrimonio parisiense que viaja a su casona de verano ubicada a metros de la playa, en una suerte de ritual propio de una pareja armónica y consolidada tras 25 años de convivencia.
Jean es un hombre maduro, robusto y saludable, de esos que con su sola presencia son capaces de dar una sensación de seguridad a cualquier mujer. Pero, imprevistamente, cuando él se zambulle en el mar y Marie deja de observarlo, su figura desaparece. Desde entonces, nadie (ni siquiera los guardavidas o la policía) sabrá más de él.
Tras ese hecho -punzante, implacable- comienza la verdadera película. Marie regresa al departamento de la pareja en París y debe afrontar una nueva realidad: su marido, su compañero de toda la vida, ha desaparecido y ella está sola en el mundo.
Ozon pone la cámara al servicio de Charlotte Rampling, que entrega una conmovedora interpretación plena de matices, de contradicciones, de sentimientos. La actriz de "Portero de noche" y "Max mon amour" -bellísima a sus 56 años- ofrece una clase de actuación para encarnar la crisis de una mujer incapaz de hacer su duelo (el film es, básicamente, un estudio sobre cómo funcionan los mecanismos de negación que suelen irrumpir en situaciones trágicas), mientras un aterrador sentimiento de culpa le impide rehacer su vida afectiva, aun a pesar de los esfuerzos propios y ajenos.
Retrato de una dama
Con un pudor y un rigor que superan largamente un intento bastante similar como el de Pedro Almodóvar en "Todo sobre mi madre", Ozon y Rampling construyen un retrato sobre temas complejos, como la muerte y el deseo sexual, que remite a universos tan disímiles como el cine de Alfred Hitchcock o la literatura de Virginia Woolf, y especialmente a la sensibilidad, el recato y la elegancia de su compatriota Claude Sautet.
No contento con semejantes riesgos, Ozon hasta se da el lujo de incursionar con excelentes resultados en el siempre desafiante terreno del realismo mágico a través de las visiones (o sueños) que Marie empieza a tener asiduamente.
La película -que en la Argentina alcanza, además, una dimensión muy especial por la problemática de los desaparecidos que aquí se ha sufrido desde mediados de los años 70- puede provocar cierto distanciamiento frente a algunos momentos de cierta frialdad -casi como si se tratara de la exposición de un caso clínico- por los que opta Ozon.
Pero no hay nada que pueda empañar un trabajo que, a su abigarrada estructura dramática, le suma un delicado tratamiento visual a través del trabajo de dos directores de fotografía, como Jeanne Lapoirie (que iluminó el invierno) y Antoine Heberlé (que hizo lo propio con las imágenes veraniegas). Emoción y belleza, una síntesis perfecta para definir "Bajo la arena".
1
2Valor sentimental: las grietas en los vínculos familiares reflejadas con melancolía y profundidad
- 3
Mariano Cohn y Gastón Duprat: “Pertenecemos al mundo progre, por eso tenemos autoridad para criticar sus homilías hipócritas”
4Stranger Things: las películas ochentosas que inspiraron a la serie del momento


